Por Gabriel Pacheco 14 de diciembre de 2025, 11:05 AM

El Centro de Investigación y Docencia en Educación de la Universidad Nacional (Cide-UNA) reveló una elevada cantidad de incapacidades en docentes del Ministerio de Educación Pública (MEP) ligadas al estrés y al síndrome de trabajador quemado, conocido en inglés como "burnout". 

"Miles de profesionales trabajaron con nombramientos interinos durante años, lo cual impactó su estabilidad y su bienestar. Los datos muestran que se registraron 108.000 incapacidades por estrés, ansiedad y burnout", detalla el informe del CIDE. 

Según la Organización Mundial de la Salud, el síndrome está ligado con un lugar de trabajo que genera estrés crónico y que no se ha manejado de manera adecuada y lo caracteriza con tres dimensiones: sentirse exhausto o completamente drenado de energía, reducción en la eficacia profesional y un incremento en el distanciamiento mental entre el trabajador y sus labores. 

Según los analistas, el balance del análisis concluye que es necesario una política pública clara de dignificación profesional para garantizar una "mejora sostenida de los aprendizajes". 

Dos de los sindicatos del sector educativo mostraron preocupación por las condiciones de sus agremiados que los obligan a necesitar un reposo médico como lo es una incapacidad.

"Las personas muchas veces opinan sin ni siquiera saber que no es solo trabajar con los muchachos, niños y niñas en las aulas en los casos de los puestos docentes, sino que es todo ese  trabajo administrativo adicional que administración tras administración se van inventando lo que hace es llenarnos de un montón de trabajo adicional", explicó Vivian Chaves, presidenta del APSE. 

Según relató la líder sindical, la carga administrativa implica que las personas docentes pierdan el foco en lo verdaderamente importante: la enseñanza en el aula. 

"Prioritariamente, tenemos que estar llenando documentos y papeles, en lugar de enfocarnos en diferentes metodologías o buscar didácticas más llamativas, atractivas, entre otras ocupaciones que requieren también de tiempo", lamenta. 

Desde el APSE señalan que, si bien el MEP se ha comprometido por mejorar la distribución de cargas administrativas, aún debe seguir trabajando en el tema. 

"La salud ocupacional es una parte fundamental en el Ministerio de Educación Pública y en la  Convención Colectiva incluso está establecido que debe haber dos personas por dirección regional que se ocupe de esto. El año pasado habíamos tomado un acuerdo en el que este año debía de haber más presupuesto para poder cumplir con esa parte. Ha habido un cambio de políticas muy tímido, pero no es suficiente para que nuestros compañeros no se enfermen como está sucediendo", finalizó el APSE. 

Manifestaciones similares hizo la presidencia de la Asociación Nacional de Educadores (ANDE), aseguran que conocen los datos desde agosto y que les generó alerta. 

"Un docente no se incapacita porque así lo desea, además para que haya una incapacidad debe de existir un dictamen médico de la CCSS, no puedo pensar ni siquiera en una confabulación ante el alarmante número de 108.000 incapacidades", puntualizó Gilda Montero Sánchez, presidenta de ANDE. 

Según la líder sindical, las causas detrás de tal cantidad de incapacidades son variadas y están ligadas a todo el contexto laboral que rodea al docente, desde la espera de un nombramiento hasta el lugar en el que debe impartir lecciones y la realidad de ese entorno, sin embargo, al igual que su colega del APSE señala la carga laboral como responsable directo. 

"La excesiva carga laboral que enfrenta el educador, minimizando el tiempo efectivo del acto educativo, se traducen en cansancio extremo y preocupación por el sentido de responsabilidad que tienen los docentes y demás trabajadoras del sistema", señaló. 

Además, Montero hizo un llamado a las autoridades para que tomen cartas en el asunto con urgencia. 

"El sistema educativo está realmente colapsado, hasta que no haya una decisión que se atreva a cambiar lo que hay, esto seguirá empeorando. Desde ANDE, se ha planteado no solo el problema, sino el llamado de atención, se habla de seres humano, con un especial rostro femenino, porque el porcentaje de mujeres es importante. Un sistema que ya está dejando de resistir", finalizó la dirigente del ANDE. 

El Sindicato de Educadores Costarricenses (SEC) afirmó que recibe con preocupación, pero sin sorpresa, las cifras reveladas en el informe, además señalaron varias potenciales causas detrás de lo que afecta al cuerpo docente, entre ellas la ya señalada sobre carga administrativa, el interinato y añaden la "creciente complejidad socioemocional del estudiantado"

"La cifra de incapacidades no es un dato aislado: es una señal de alerta nacional. Significa que el país está sosteniendo su educación pública con docentes agotados, desmotivados y muchas veces trabajando sin las condiciones mínimas de bienestar. Ningún sistema educativo puede aspirar a mejores aprendizajes si quienes enseñan están al borde del colapso emocional", puntualiza Gilbert Díaz, presidente del SEC. 

El sindicato urge al MEP la dignificación de la labor docente, que incluye estabilidad laboral, salarios justos, reducción de cargas administrativas y respeto por el criterio profesional. ​ Además, se destaca la necesidad de fortalecer el apoyo socioemocional mediante equipos interdisciplinarios en los centros educativos y recuperar el enfoque humano en la docencia, priorizando el acompañamiento pedagógico sobre la burocracia.

"La protección del personal docente debe convertirse en una prioridad de política pública, porque sin docentes sanos y respaldados, no hay educación pública que se sostenga", añadió Díaz.

Teletica.com consultó al Ministerio de Educación respecto a las incapacidades y las demandas hechas por los sindicatos, pero al cierre de edición la solicitud estaba en trámite. 

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