Por Juan José Herrera |21 de diciembre de 2020, 10:44 AM

Con menos de ocho meses en el puesto, la aventura de Marcelo Prieto por el Ministerio de la Presidencia llegó este lunes a su fin, luego de que se confirmara su salida de la cartera en medio de un nuevo remezón en la administración de Carlos Alvarado.

El abogado se convirtió en la baja 21 del actual gabinete, que aún con más de un año por delante ya igualó la marca del gobierno de Laura Chinchilla como el más volátil de la historia.

Geaninna Dinarte será desde el próximo 4 de enero la cuarta jerarca de Presidencia desde 2018, luego del paso de Rodolfo Piza (renuncia), Víctor Morales Mora (salida por escándalo UPAD) y ahora Prieto.

Ese movimiento supone además un cambio más en el gabinete, pues la llegada de Dinarte abre también una vacante en el Ministerio de Trabajo, que ahora será ocupada por la viceministra de Presidencia, Silvia Lara.

Los movimientos los confirmó esta mañana el propio presidente Carlos Alvarado.

El mandatario adelantó además la salida de la presidenta ejecutiva de Acueductos y Alcantarillados, Yamileth Astorga, luego de meses de polémicas y denuncias contra ella y la institución.

Su puesto será ocupado por Tomás Martínez, mientras que Marcela Guerrero, presidenta ejecutiva del IFAM, será la nueva ministra de la Condición de la Mujer tras la salida semanas atrás de Patricia Mora.

Polémico y ausente

Marcelo Prieto fue anunciado el 16 de abril con la misión, en sus propias palabras, de “aunar voluntades, tender puentes, buscar canales de comunicación, acuerdos y puntos de coincidencia entre los diversos sectores de la sociedad costarricense”.

Sin embargo, durante estos casi ocho meses se probó como un ministro ausente la mayoría del tiempo y polémico el restante.

Prieto inició su labor con el dinamismo que se esperaba: manteniendo reuniones con diputados y sectores y apareciendo de manera regular en conferencias.

Empero, apenas un mes de iniciar tuvo su primera pifia, cuando en una conferencia de prensa luego de un Consejo de Gobierno calificó la muerte del estadounidense George Floyd como una “circunstancia policial mínima”.

Luego de una llamada de atención de la vicepresidenta Epsy Campbell, el ministro ofreció una disculpa.

Poco después en ese mismo junio, en entrevistas consecutivas con La Nación y Crhoy, el ahora exministro dijo primero que la Ley de Fortalecimiento de las Finanzas Públicas no incluía a las universidades públicas, y luego que las calificadoras de riesgo no le iban a dar de comer a nadie.

Por ambas afirmaciones el presidente Carlos Alvarado debió salir a aclarar y corregir al ministro.

Poco después, ese mismo mes, Prieto se volvió a disculpar por decir en otra entrevista que el Gobierno debía considerar cerrar el programa de Bonos Proteger.

La última de sus polémicas llegó en agosto anterior, cuando durante el programa Estado Nacional de Teletica aseguró que en algunos sectores del país “hay un cierto autismo” en relación a los problemas de comunicación con el Gobierno.

Esa frase levantó un polvorín en redes sociales y lo obligó a extender una nueva disculpa que también replicó Presidencia.

Desde entonces las apariciones públicas de Prieto fueron cada vez más esporádicas y casi que nulas.

Esa ausencia también fue criticada por los diputados y otros sectores, por ejemplo en medio de los movimientos sociales de setiembre anterior o de la negociación con el FMI.