Por Bárbara Marín |7 de diciembre de 2022, 12:16 PM

Stephanie Molina es una madre soltera de 26 años que tiene tres hijos pequeños. Un trastorno de ansiedad que le provoca cuadros de ataques de pánico le ha impedido trabajar de manera formal, por lo que se dedica a preparar queques secos e incluso a vender algunas de sus pertenencias para generar los ingresos necesarios para mantener a su familia.

“He vendido casi toda mi ropa. Ahorita estoy vendiendo una cama y un horno. Yo la pulseo, honradamente, pero la pulseo”, comenta Molina con tintes de positivismo.

Ha llegado el mes de diciembre, y con el objetivo de complacer a sus tres retoños, se encuentra haciendo una rifa para conseguir los fondos para comprarles un arbolito de navidad y algunos regalos.

El próximo año, uno de sus hijos pasará a segundo grado en la Escuela Abraham Lincoln, y otro de ellos ingresará por primera vez a maternal en el Jardín de Niños Central de Alajuelita

Aunque se enorgullece de los logros académicos de sus hijos, le pesan todos los gastos que esto supone para ella: debe pagar ₡3.000 para matricular a cada uno de sus hijos, un monto que solicitan voluntariamente los centros educativos y el cual, para ella, representa un gasto considerable.

“Yo le comenté a la profesora (de maternal) que no puedo dar los tres mil que están pidiendo. Dicen que es una cuota voluntaria, pero realmente no es así, porque yo llegué y les dije que no podía cancelar ese monto porque no tengo, y ella me dijo que aunque sea debía pagar mil colones”, explica la madre.

Esta mujer relata que la historia se repitió con la profesora que impartirá lecciones para su hijo en segundo grado.

“Y es que, además, tengo que comprar los escudos, los libros, la corbata, un buzo que le están pidiendo al que va para maternal, y a mí no me alcanza”, añadió.

“La gente dice: son mil, son tres mil… No son nada…Pero para uno que no tiene, pega duro, sinceramente”, lamentó.

Molina expuso su preocupación en un grupo en Facebook de padres y madres de familia, con la esperanza de obtener una respuesta alentadora.

Madre acusa que profesores exigen pago de matrícula
Stephanie Molina afirma que esta situación le ha generado un estrés extra, por el miedo de no poder reunir el dinero y que sus hijos tengan un obstáculo para poder ingresar al centro educativo.  

Educación gratuita​

La caso de Molina no es aislado. Durante el 2022, la Contraloría de Derechos Estudiantiles del Ministerio de Educación Pública (MEP) recibió 74 denuncias de esta índole, número que disminuyó ligeramente en comparación con 2021, en el que se reportaron 76 reclamos. 

Según el Reglamento de Matrícula N° 40529-MEP, en su artículo 5°:

 "
Toda persona menor de edad tiene derecho a recibir educación pública gratuita. En ningún caso, el ejercicio de ese derecho estará sujeto a discriminación por su situación socioeconómica, estatus migratorio irregular, condición de estudiante proveniente del extranjero, nivel social o lugar de residencia del estudiante, condición de discapacidad u otra."


Enid Castro, directora de la Contraloría de Derechos Estudiantiles, recuerda a los padres y madres de familia que la educación en Costa Rica es un derecho fundamental costeado por el Estado. 

"Los fondos que recaudan los centros educativos obedecen a contribuciones de carácter voluntario, y el no pago de estas contribuciones económicas no debe condicionar la matrícula de ninguna persona estudiante", indicó Castro. 

Si usted tiene alguna duda puede comunicarse directamente a los teléfonos: 2221-4102 y 2221-4104, o bien, escribir al correo [email protected]

En caso de que quiera ayudar a Stephanie Molina, se puede comunicar con ella al 6424-5083.

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