Por Luanna Orjuela Murcia |17 de junio de 2021, 10:48 AM

En conmemoración del Día Mundial del Refugiado, desde este jueves y durante todo el fin de semana, los principales edificios de San José se iluminarán de azul.

Este acto se realiza en solidaridad con las más de 100.000 personas que han tenido que huir de sus países, hacia Costa Rica, para salvar sus vidas.

Los edificios del Banco Nacional, Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto, Instituto Nacional de Seguros, la Caja Costarricense de Seguro Social y el Instituto Costarricense de Electricidad encenderán sus bombillas azules como parte de la iniciativa convocada por el Alto Comisionado de las Nacionales Unidas para los Refugiados (ACNUR).

El azul es el color de la paz, también es parte integral de la identidad de las Naciones Unidas y del propio ACNUR. 

Este año, la agencia hace un llamado para que se les permita a las personas refugiadas contribuir con la reconstrucción del mundo tras la pandemia.

“La COVID-19 ha puesto a prueba los sistemas de salud, de educación y a las comunidades. Todos hemos tenido que poner de nuestra parte para mantenernos a salvo y, a pesar de los desafíos, las personas solicitantes de refugio y refugiadas han dado un paso adelante. Si se les da la oportunidad, las personas forzadas a desplazarse seguirán contribuyendo al país y a sus comunidades de acogida”, aseguró Milton Moreno, representante del ACNUR en Costa Rica.

Moreno también resaltó el gesto de las instituciones por unirse a la conmemoración e hizo un llamado para que todos los sectores de la sociedad sigan trabajando en conjunto para que las personas refugiadas tengan la oportunidad de reconstruir su vida con dignidad y seguridad en el país, pero sobre todo para que puedan aportar a su economía y cultura.

En el mundo, más de 80 millones de personas han tenido que abandonar sus hogares a raíz de conflictos y persecuciones, lo que representa el 1% de la población mundial. De ellas, más de la mitad son menores de 18 años.

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