Por Eric Corrales |5 de marzo de 2023, 10:00 AM

La iniciativa Macaw Project, que busca generar un impacto positivo en Guanacaste por medio de la conservación y reinserción de lapas rojas, logró la liberación de cinco de estos animales en su ecosistema natural.

El proyecto ha conseguido, en total, devolver a su hábitat a 15 lapas rojas al norte de la Península de Nicoya, algunas ya viven, comen y se reproducen por sí solas en su ambiente de vida silvestre.

Se trata de una propuesta liderada por Blue Zones Nicoya, empresa costarricense comprometida con promover y rescatar los valores, cultura y tradiciones de esta zona.

“Macaw Project es un proyecto que consiste en la reproducción, crianza y posterior liberación de lapas rojas, mediante el uso de parejas reproductoras formadas por lapas adultas, algunas de las cuales fueron decomisadas por el SINAC a personas que las tenían como mascotas, lo cual se prohíbe por la Ley de Vida Silvestre”, explicó Ismael Carranza, biólogo del proyecto.

El proyecto inició en 2017 gracias a la ayuda del zoocriadero Parque San Francisco y de la Asociación Pro Conservación de la Lapa (Asoprolapa), esta última es una organización no gubernamental cuyo objetivo es la repoblación de lapas en la Península de Nicoya, con el fin de criar y entrenar lapas nacidas en cautiverio, para que, posteriormente, puedan ser liberadas aquellas viables para sobrevivir en su ecosistema natural. La decisión se realiza en conjunto con un equipo científico, que toma la decisión de si es posible liberar a los individuos o si se debe esperar más tiempo hasta que estén mejor preparados.

“Nuestro fin es que estas puedan reproducirse y obtener nuevos individuos que puedan ser liberados y reinsertados en su hábitat natural. Lamentablemente, los individuos mascotizados no pueden regresar a los bosques, pues debido a su cautiverio dependen del ser humano y no pueden sobrevivir por sí mismos; sin embargo, cumplen una función importantísima como reproductores en nuestro zoocriadero”, agregó Carranza.

Blue Zones Nicoya, mediante su zoocriadero, está en capacidad de recibir lapas incautadas y rescatadas en diferentes partes del país por medio del Ministerio del Ambiente. Posteriormente, las mantiene en su finca, ubicada en San José Pinilla (Península de Nicoya), la cual cuenta con un espacio adecuado de criaderos para la preservación de parejas de lapas.

Los polluelos aprenden a volar, a alimentarse por sí mismos de las frutas naturales que se encontrarán cuando se liberen y, en un período aproximado de un año, se trasladan a un recinto de preliberación. Cuando cumplen entre dos a tres años y si las condiciones lo permiten, las aves son liberadas.

Según explicó Carraza, el proceso es lento, ya que las aves adultas que ingresan al zoocriadero, una vez que son emparejadas, pasan por un proceso de adaptación que toma tiempo, por lo que incluso pueden tardar hasta dos o tres años en poner su primer huevo.

Por su parte, las aves nacidas en cautiverio, una vez liberadas, alcanzan la madurez sexual hasta los cuatro o cinco años, por lo que la reproducción en vida libre también es un proceso que toma tiempo, esfuerzo y paciencia.

Es por esto que, desde 2017, solo se han realizado dos liberaciones de lapas: la primera en 2019, con 10 individuos donados por un zoocriadero, y actualmente en 2023, con cinco individuos nacidos en el 2020 en Guanacaste.

La liberación se da en playa Avellanas y su desarrollo es monitoreado constantemente por el biólogo regente y su equipo de trabajo. Además, cada individuo posee un anillo y un chip de identificación.

La organización también trabaja con la comunidad para educar a las personas de todas las edades sobre la importancia del cuido y conservación de las lapas. Según dicen, muchos de los vecinos de la comunidad de Pinilla, Avellanas y otras zonas cercanas, así como hoteles y restaurantes locales, se han sumado al Programa de Monitoreo del proyecto como observadores de campo, quienes brindan información muy valiosa respecto a la localización y comportamiento de la población en vida silvestre, lo cual permite mantener un rastreo mucho más robusto, para darle continuidad al comportamiento de la población.

La iniciativa de Macaw Project es vital para la preservación de lapas rojas en la Península de Nicoya, ya que la especie había desaparecido completamente en la parte norte de la península, debido a la disminución del hábitat y a la captura de pichones para la venta como aves de compañía.

Actualmente, hay cerca de 20 parejas reproductivas en la finca, con la intención de permitir la liberación de unas 10 lapas por año. La proyección que hacen los expertos es que, de seis a ocho años, se consolide una población de aproximadamente 200 especímenes, que puedan alimentarse, reproducirse y valerse por sí mismas en su hábitat natural.

Las lapas que son liberadas se mantienen en áreas cercanas de su lugar de origen durante varios años, en un radio de tres a seis kilómetros de largo. Por lo tanto, la población de lapas rojas de la zona es de 15 individuos perfectamente saludables, que habitan en libertad. Las lapas rojas pueden alcanzar edades de hasta 75 y 80 años, por lo que es un ave símbolo de la longevidad, algo que va a alineado con el concepto de las zonas azules que promueve Blue Zones Nicoya.

Telegram Teletica