Jueza encontró en matrimonio de dos hombres la familia "soñada" para joven en adopción
Luego de un proceso legal que llegó a su fin con la sentencia el pasado 15 de junio, se llegó a la conclusión que el menor encontró la familia “que siempre había soñado”.
La jueza Nelda Jiménez Rojas encontró en el matrimonio de dos hombres la familia ideal para un joven de 16 años que estaba en adopción.
“Por considerar que el hogar que formaron en matrimonio dos hombres costarricenses y que cumple con la idoneidad requerida para brindarle una familia a un joven menor de edad, el Juzgado de Niñez y Adolescencia de San José otorgó la adopción a la pareja”, indicó el Poder Judicial.
Luego de un proceso legal que llegó a su fin con la sentencia el pasado 15 de junio, la letrada llegó a la conclusión que, con esta decisión, el menor había encontrado a la familia “que siempre había soñado”.
“En el hogar de don (identidad protegida) y don (identidad protegida), (el menor) ha encontrado la familia que siempre había soñado y que le fue negada desde que era un niño de tan solo cuatro años, momento en el que fue institucionalizado, hasta que la vida lo llevara a conocer a los padres que ya lo esperaban”, destacó la jueza en su resolución.
En la sentencia también se estableció la responsabilidad del Patronato Nacional de la Infancia (PANI) de darle seguimiento a la adopción durante un plazo de dos años, momento en el cual el joven cumpliría la mayoría de edad.
Jiménez señala que la resolución, por si sola, clarifica que no existen diferencias entre la adopción conjunta conformada por una pareja homosexual a la de una pareja heterosexual, ya que los requisitos legales y formales son los mismos.
“El verdadero binomio al hablar de adopción es el de analizar el interés superior de las personas menores de edad, sujetas a la autoridad parental, y el derecho de las personas adultas para acceder a la adopción, así como sus verdaderas posibilidades de lograr, únicamente por medio del amor, educar y formar sus hijos o hijas como personas de bien para la sociedad.
“Cualquier otra necesidad como alimento, vestido, educación y techo puede ser suplida por el Estado, no así el sentimiento de afecto, apoyo y amor que debe darse entre los padres y sus hijos”, indicó el Juzgado.
Para la jueza, su decisión se respalda en un enfoque primordial: el de asegurar el bienestar de los niños, niñas y jóvenes.
