Por Mariana Barboza |20 de noviembre de 2020, 13:31 PM

Providencia, como la conocíamos, ya no existe. El huracán Iota la borró del mapa: este fenómeno y su fuerza extrema (más de 250 kilómetros por hora) arrasaron con todo.

Las imágenes logran apenas evidenciar la magnitud de la tragedia, no existe una sola estructura en la isla que no haya resultado afectada y las pocas que quedan en pie son inservibles.

Desaparecieron el hospital, la escuela, la alcaldía y los mercados.

“Tristeza, tristeza total y lamentablemente esto es otra cosa... Esto dicen que es un huracán, pero parece un tsunami”, dice Breyee Fernández, uno de los sobrevivientes.

“Ninguno había sido como este, esto fue algo que mejor dicho, yo no sé cómo, de puro milagro estamos vivos, porque como quedaron las casas, Dios mío...”, añadió.

El muelle es desolador, allí es donde se concentra la entrega de algunas ayudas, la gente espera saber algo de sus familiares, o buscan una lancha que los saque de allí, de la desolación en la que quedó convertida la isla.