Por Juan José Herrera |29 de abril de 2016, 3:56 AM

Las llamas que consumieron la mañana de este viernes el 75% del histórico Black Star Line en Limón revivieron el drama de aquel 9 de mayo de 2001, cuando el fuego destruyó casi por completo la Casona de Santa Rosa.

Igual que hoy, la tragedia llegó en las primeras horas del día. Era la 1:25 a. m. de un miércoles cuando la primera alerta de fuego rompió con la tranquilidad del Parque Nacional Santa Rosa; horas después, las llamas habían reducido a cenizas la mayor parte del principal monumento histórico de Costa Rica.

El 20 de marzo de 1856 la casona fue el escenario de la más emblemática de las batallas que se libraron en suelo costarricense, la guarida en la que William Walker y sus filibusteros se atrincheraron cuando el ejército tico decidió hacer frente a su objetivo expansionista en Centroamérica.

Con la victoria, la estructura se convirtió en un homenaje al esfuerzo nacional y posteriormente un museo de la lucha de un país por su libertad.

El gobierno, encabezado en ese momento por Miguel Ángel Rodríguez, anunció la reconstrucción pronta y detallada del monumento, un esfuerzo que tardó menos de un año y costó $400.000 y que derivó en la reinauguración de la casona el 20 de marzo de 2012.

Respuesta pronta

15 años y 10 días después de aquella tragedia, es ese lamentable episodio el que ofrece esperanza a Limón para recuperar a la más emblemática de sus estructuras.

“No solo hay una obligación de hacerlo por razones históricas, esto es tan importante como la casona de Santa Rosa que fue un golpe tremendo para todo el país, y sin embargo ahí está la casona reconstruida casi idéntica como lo era antes del incendio.

“Tenemos la oportunidad de trabajar en un diseño hermoso para que se recupere, ojalá de manera idéntica, el edificio que había antes, o sino un pequeño centro cultural que pueda construirse en esa esquina emblemática; pero lo importante es que pueda brillar el Liberty Hall, en esa lucha haré mi aporte modesto”, prometió el presidente de la República Luis Guillermo Solís.

Precisamente el director del Centro de Investigación y Conservación del Patrimonio Cultural, William Monge, viajó a Limón este mismo viernes junto a otros funcionarios del centro para realizar las valoraciones técnicas sobre los daños de la edificación, un primer paso hacia la eventual reconstrucción.

Construido en 1922 el Black Star Line fue por muchos años la sede de la Universal Negro Improvement Association, creada precisamente para promover la justicia social económica de la población junto a la compañía de valores del mismo nombre.

Finalmente, con el paso del tiempo, se convirtió en un club social. En el año 2000 fue declarado patrimonio histórico arquitectónico.