Por Mariela Montero Salazar |7 de septiembre de 2021, 15:48 PM

Los hospitales privados del país se acercaron a la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS), una vez más, para ofrecer sus servicios ante la saturación de los centros médicos públicos por el aumento de casos COVID-19.

La oferta formal la hicieron este martes, mediante una carta dirigida al gerente general de la CCSS, Roberto Cervantes, al presidente de la institución, Román Macaya, y al gerente médico, Mario Ruiz.

Según Massimo Manzi, director de la Cámara Costarricense de la Salud, el ofrecimiento siempre estuvo abierto; pero, al enterarse del escenario que advierten las autoridades de Salud, consideraron oportuno reiterar el ofrecimiento de manera formal.

Según Manzi, los hospitales privados tienen 130 camas que podrían ser utilizadas para la atención de pacientes no COVID-19, pero la oferta va más allá.

“Roman Macaya habla de las limitaciones de contratar nuevo personal y nosotros tenemos una capacidad ociosa del 50%, no solo en camas, sino de especialistas, de diagnósticos, de cirugías mayores y ambulatorias”, recalcó el representante.

En mayo anterior, la Junta Directiva de la Comisión Nacional de Emergencias (CNE) aprobó un plan de inversión por ₡2.399 millones para que la CCSS se apoyara en los hospitales privados; sin embargo, este mecanismo nunca se utilizó.

Manzi dice desconocer por qué la CCSS decidió no utilizar los servicios de los hospitales privados anteriormente, aunque pudo deberse al tiempo que les tomó lograr la aprobación; ya que, cuando tenían luz verde, la ola de casos se había controlado, pero creen que ahora el escenario es otro.

“Estamos en un pico de nueva saturación y tenemos este modelo ya listo, ya está resuelto el trabajo previo de logística y el modelo legal, creemos que están todas las condiciones para que el uso se vaya a dar; no podemos hacer más que reiterar el ofrecimiento y será competencia de la CCSS y Salud”, agregó.

Este lunes, el presidente de la CCSS, Román Macaya, alertó que los hospitales enfrentan dos olas simultáneas: una de pacientes COVID-19 y otra de pacientes no COVID-19, escenario que tiene a los centros médicos al borde del colapso.