Por José Fernando Araya |20 de octubre de 2024, 11:05 AM

Su nombre de pila es muy poco conocido. Pero si usted pregunta en la Cruz Roja por “Condorito” o bien en Bomberos por “Zorro”, fácilmente le dirán quién es.

Se trata de Luis Eduardo Quirós, cruzrojista por más de 30 años, además de bombero, pero sobre todo miembro de la Unidad de Búsqueda y Rescate Urbano (USAR) que integran tanto bomberos, como Cruz Roja y la Comisión Nacional de Emergencias que la integran 60 voluntarios.

Cuando hay una emergencia, sobre todo que implique descenso vertical con cables, a él es el primero que vuelven a ver para que descienda por su experiencia y valentía.

Pero lo que más sorprende a todos es cuando se llegan a dar cuenta que a “Condorito” le falta una pierna y aun así es uno de los rescatistas más aventurados del grupo.

Un accidente de tránsito el 28 de setiembre del 2012 le arrebató su pierna, pero nunca su voluntad al punto que no es limitante para realizar lo que más ama: Ayudar a salvar a personas en riesgo, o ya sea rescatar cuerpos de lugares complicados para que estos se unan para un último adiós con sus familiares.

Por si fuera poco integra la selección nacional de voleibol sentado que incluso lo llevó a los Juegos Parapanamericanos de Lima 2019.

“Toda la vida me ha gustado ayudar. Desde niño estaba en los scouts y soñaba con ser bombero. Entonces cuando llegué a los 18 años me metí a bomberos y cumplí mi sueño y estuve por 8 años ahí y posteriormente me animó un compañero de Cruz Roja que me preguntó si quería manejar ambulancia y me fui y 30 años después aquí estoy, pero ahora como rescatista”, indicó este famoso vecino de Alajuela de 50 años.

-¿Cómo comenzó con el asunto del rescate en emergencias?

Cuando entré a Bomberos fueron mis primeros pasos en el área de rescate vertical que es el más fuerte mío y posteriormente ya cuando ingresé a Cruz Roja empecé a capacitarme mucho más a sacar más especialidades de rescate y ahorita el último que acabo de hacer es el de espacios confinados y estructuras colapsadas y rescate en zanjas, además de que soy parte del grupo Búsqueda y Rescate Urbano (USAR).

“Siento que tengo un don. Cuando en Atenas hubo un derrumbe y murieron 17 personas, estuve ahí y ahí encontré cinco de esas personas. Las últimas dos no aparecía, eran una chiquita y una persona más y en serio agarre y armé al grupo patrulla y en el suelo hicimos un croquis de donde estaba ubicada, lo que podría estar haciendo al momento del derrumbe y en verdad, logramos encontrar en 10 minutos el pie de la persona, es un don”.

-¿Por cuánto tiempo estuvo ahí en los Bomberos?

Yo estuve en los Bomberos por 8 años posteriormente pasé a la Cruz Roja, donde estuve como un año permanente, pero no me gustó que me pagaran por eso, porque yo lo que hago, lo hago por amor y no por dinero así que me dediqué solo a trabajar en lo mío lo que yo hago que es hojalatería.  

“Yo le dije a Dios, yo me encargo de ayudar a la gente sin compromiso y usted me regala trabajito y bueno hasta el momento no me ha fallado”.

-¿Cómo fue la situación de su accidente?

En el año 2012 venía de la Cruz Roja, andaba ahí, iba para la casa en la moto y un conductor venía revisando el teléfono y se asustó al ver que se había pasado un alto y en lugar de frenar aceleró y fue donde me embistió a mí con tan mala suerte que entre los dos vehículos estaba mi pierna derecha a nivel de tobillo, quedando prensada y me la fracturó con hueso expuesto.

Llegaron los compañeros y me decían “no, eso no es nada”, “es una luxación”, pero ya sabía que no era así, pues uno trabaja en lo mismo. Ese mismo día al hospital y me dice el doctor que me atendió que es de amputar… A uno se le parte el corazón, como dicen se le viene el mundo encima.

Luis Quirós Condorito, Cruzrojista sin pierna especialista en rescates
Luis Quirós Condorito, Cruzrojista sin pierna especialista en rescates

-¿Usted ya estaba preparado para el peor escenario entonces?

Yo le solicité al doctor que me dijera la verdad, que me dijera cómo iba a estar el asunto. Pero una vez que me lo dijo, tal vez uno de forma ignorante creí que había tecnología para salvar la pierna y fue uno de los peores errores que cometí en mi vida.

Duré dos años con dolor las 24 horas. Con costos podía caminar, entonces mucho menos hacer rescate. Me ponía morfina y lo que pasaba era que me desmayaba y el dolor ahí seguía.

-¿Estuvo dos años así?

Dos años soporté dolor tratando de salvarla. No podía hacer nada, pero ahí es donde le agradezco mucho a todas las personas que me ayudaron en ese momento, siempre me apoyaron con un granito de arena, más que nada comida para poder salir adelante. Cruz Roja me ayudó demasiado, casi que un diario por mes.

-¿Se arrepiente de esa decisión?

Lo que me arrepiento fue de no haberme cortado el pie cuando el doctor me lo dijo, porque yo no sabía que era tan doloroso andar una lesión de esa índole.

Conseguimos un ortopedista muy bueno y me dio la oportunidad de que saliera con prótesis inmediatamente después de la operación, así que lo hicimos. Se hizo una colecta y se pidió plata, ahí sí lo hicimos para pagar la operación. Es por eso por lo que todo lo que se pueda hacer por el pueblo de Alajuela, yo voy a ayudar encantado.

“Me rasuraron la pierna y la lavaron y el enfermero lloraba y yo le dije: “Mae por qué llora, haga lo que tiene que hacer, esa pierna ya no me sirve”.

Yo ya había visto muchos accidentes, pero yo lo que le dije al doctor fue 'quíteme eso y póngame una de palo y yo me encargo del resto'

Hágale números que ya al mes de amputado andaba manejando el carro y a los dos meses ya esta metido en Balsa de Atenas sacando gente en un rescate.

Yo no ocupé terapia de nada, ni ir al hospital ni nada. Yo lo que necesitaba era que se me fuera el dolor para volver a mi vida normal.

-¿Fue duro que lo aceptaran a hacer un rescate así?

Fue duro y costó mucho. El respeto se gana en el campo y me tocó demostrarles que seguía siendo el mismo a nivel de rescatista pese a mi discapacidad.

-¿Cómo fueron esos primeros rescates con la prótesis?

Esas primeras veces que te tocó ir ya, yo no tenía dolor, no me molestaba nada a mí no me dolía la pierna para nada. Siempre he tenido buena condición física a mí me ha gustado mantenerme bien físicamente, entonces lo hice parecer fácil por la ayuda de Dios y la actitud de uno.

-¿Hubo gente que no confió en usted?

Ah sí, claro. Había muchas personas que me cuestionaban, otros compañeros, que tal vez no sabían del tema criticaron que cómo era posible que me dejaran hacer rescates así, que era un riesgo.  

Pero ahora cuando hay una escena de rescate como que alguien se tiró de un puente, más bien ellos me esperan para que sea yo el que vaya para abajo.

“Hay gente que cree que uno por tener una discapacidad no puede hacer un montón de cosas. Creo que hay mucho miedo y desconocimiento. A mí me decían, no alce la camilla o cosas así, cuando hasta soy capaz de echar a un compañero al hombro y todo (risas)”.

-¿A qué se aferraba usted cuando recibía esas críticas?

A qué tenía que ser el mismo. Yo quería seguir rescatando a gente y salvando que es lo que me gusta. Obviamente la familia, seguir luchando por todo, como siempre lo hice.  

-¿Qué le dice a la gente que rescata y se dan cuenta de que le falta una pierna?

Yo no renqueo, ando con mi pantalón normal, entonces la gente que me ve desconoce que tengo una prótesis. Pero cuando ya me ven se asombran mucho y me guardan respeto.

Cuando me topo también accidentes de personas que han perdido un pie, entonces yo los empiezo a consolar y les doy motivación, pero a veces se enojan y me dicen “cuando usted esté en esa situación me puede hablar, pero antes no”. Aí me toca levantarme el pantalón y les muestro la pierna y les digo: “como así”. Ahí les cambia la mirada y se ponen callados y los impulso a no desanimarse.

“De hecho siempre que pasa algo así yo trato de hablarles primero sin que se den cuenta que yo tengo el mismo problema”.

-¿Lo buscan mucho para dar testimonio de vida en casos de amputaciones?

Claro, todo el que me conoce si alguien sabe o está pasando por algo similar me buscan y yo trato de ayudarles. Un amigo de la infancia hace unos años atrás tuvo un accidente y perdió la pierna igual a mí.

Y él estaba tirado en la cama, pero tirado literalmente, no quería hacer nada y también porque decía que no podía y un sábado me tocó ir a hablarle y yo una vez me eché un poco de prótesis de las mías de los repuestos y le armé una y lo puse a dar pasitos. El señor donde me ve, me adora.

-¿Le ha tocado alguna vez algún rescate donde tuviera algún inconveniente por su prótesis?

Tuve una experiencia después de volver, como a los pocos meses que una señora embarazada se tiró del puente Rafael Iglesias como a las 4 o 5 p. m. y bajé normal y ya tenía el cuerpo empaquetado y me comenzaron a elevar, pero a los 15 metros se reventó la cuerda y me caí con todo y cuerpo, salimos dando vueltas por la ladera hasta llegar a cierto punto que se frenó todo, pero ese día estaban todas las condiciones adversas, aguacero y río crecido.

Yo me golpeé mucho, por dicha andaba la prótesis porque donde yo pegué la rodilla, tenía el plástico de la de la prótesis y eso me causó un reflejo de vómito y me quebré tres costillas. Todos arriba se congelaron, eran como 30 rescatistas y se congelaron todos. Nadie quería bajar a ver qué fue lo que le pasó al famoso Condorito, entonces me tocó incorporarme, sacar el equipo extra, recuperar el cuerpo que subimos primero y ya luego me tocó a mí, porque el cuerpo o las personas son siempre primero. Ese día sí la vi por un hueco, era casi ya de noche, sin foco, pero ahí cae mucho la experiencia y la calle, como dicen.

-¿Qué significa para usted cuando le ha tocado salvar vidas que están en juego?

Es muy satisfactorio y es cuando uno se da cuenta que el propósito de Dios es para algo y uno tiene algo que hacer y es ayudar al prójimo en todo lo que se pueda.

-¿Qué le dice a toda esa gente que suele tener pensar que una persona discapacitada no puede hacer muchas cosas?

Creo que es de demostrar que sí puede hacer lo que quiera. Nosotros los que tenemos alguna discapacidad tenemos mucha voluntad para hacer las cosas pero a cómo se siente lindo y llena mucho salvar una vida, se siente horrible que haya gente que le diga a uno que por ser discapacitado no puede subirse o hacer tal cosa. Está bien que lo cuiden, pero no, que lo degraden a ese punto.

-¿Qué le diría a una persona que esté pasando por algo similar o bien a la que se le tuvo que amputar una extremidad?

Mira alguien que tenga un problemita similar o vaya a perder una extremidad que primero que se arrodille y le pida a Dios, que sin él no podemos hacer nada, porque uno mismo no va a poder hacer nada, uno ocupa siempre una ayuda y si no le pedimos al Señor que nos ayude y que nos enfoque en lo que vamos a hacer, no lo vamos a poder hacer.

Y que una discapacidad no lo va a hacer menos ni más y que no se eche para atrás que no sea ahueve, la discapacidad solamente está en la mente.

WhatsAppTeleticacom