Por Adrián Fallas 6 de marzo de 2016, 4:30 AM

A 532 kilómetros de la costa del país se encuentra la Isla del Coco. A esa distancia el Parque Nacional es muy conocido, pero su día a día es un misterio. El trabajo de investigación que ha realizado la organización Misíon Tibutón y el equipo de guardaparques del lugar, durante los últimos cinco años, nos develan algunos de los secretos la isla.

Los descubrimientos del grupo de trabajo se vieron reflejados esta semana en la publicación de tres artículos en la Revista de Biología Tropical. Dos de las notas tratan sobre las especies presentes en las aguas del parque nacional, mientras el tercero versa con respecto a la pesca ilegal.

Uno de los principales descubrimientos es el hallazgo de tiburones martillo jóvenes en la isla.

Según explicó Andrés López, biólogo de Misión Tiburón, esta especie generalmente tiene sus crías en zonas costeras, por lo que recomendaron “evaluar la presencia y los movimientos de los jóvenes de S. lewini (martillo) en Bahía Wafer para conocer si fue un evento aislado o si realmente es un área de cría”.

Esto junto a la aparición de tiburones punta negra de arrecife podría explicarse por cambios climáticos, según la estimación de López.

“En realidad poco se sabe de la isla y en pocas noches de trabajo hemos descubierto mucho, pero falta más por aprender”, aseguró el biólogo, que junto al material humano de Misión Tiburón han hecho 10 viajes en los últimos cinco años para realizar marcaje y seguimiento de las poblaciones de tiburones.

En la Isla del Coco habitan 14 especies y el trabajo con sensores le permite a Misión Tiburón ir recopilando datos en los cuatro receptores que hay en el lugar, y así ir pintando el cuadro de vida que hay en las ricas aguas del Pacífico.

Grupo de trabajo

Los expertos de Misión Tiburón han trabajado de la mano con cuatro guardaparques. Geiner Golfín, administrados de la isla, Keylor Morales, Michael Pérez y Josué Morales.

López destacó que Golfín es biólogo marino, y que el resto tiene lo que se conoce como “conocimiento ecológico tradicional” y que ha sido utilizado para poder realizar un trabajo serio.

“Además de fortalecer el conocimiento que tenemos sobre el área de trabajo, esta alianza nos permite demostrar que los guardaparques no solo estamos para proteger”, aseguró Golfín.

Golfín indicó lo importante que ha sido para ellos recibir capacitaciones con el apoyo de la Unesco y de la Fundación Amigos de la Isla del Coco.

Los descubrimientos de hecho en conjunto con Misión Tiburón le permitió al equipo de trabajo publicar sus descubrimientos, además de participar del Congreso Mesoamericano de Áreas Protegidas (2013) y del Congreso de Congreso de Elasmobranquios, que se llevará a cabo en Colombia este año.

López finalizó recordando la importancia de estas investigaciones y pidiendo la colaboración para seguir realizando trabajos de alto nivel.

Si gusta saber más sobre Misíon Tiburón y su labor puede visitar su sitio, donde además encontrará la información para ayudar a esta ONG.