Hacienda cafetalera se convierte en modelo de desarrollo social y ambiental
Este proyecto ubicado en Sarchí prospera bajo un esquema sostenible y responsable, incluso en tiempo de pandemia, y fue catalogado por el Ministerio de Salud como un modelo a seguir.
En las montañas de Sarchí se desarrolla un proyecto cafetalero que ha crecido bajo un esquema sostenible y responsable, incluso en tiempo de pandemia, por lo que el Ministerio de Salud la catalogó como un modelo a seguir.
Hablamos de la Hacienda Luisa Norte, la cual, en sus inicios, comenzó como un proyecto de cultivo de café y caña de azúcar en 1.000 hectáreas. Pero, en noviembre de 2021, fue adquirida por Beneficio La Eva, como parte de un proyecto de aseguramiento del abastecimiento de café en fruta a largo plazo.
Desde entonces, la finca inició un programa de restauración de las áreas actuales de café y reconversión productiva, para migrar del cultivo de caña de azúcar al cultivo de café en un periodo de tres años, siempre conservando las áreas de protección de bosques primarios y fuentes de agua.
“Nuestro objetivo es ser una finca altamente productiva de cafés especiales, manejando con responsabilidad ambiental, social y económica. En poco más de un año, hemos duplicado la producción de la finca y alcanzado los puntos de equilibrio en plantaciones antiguas, demostrando que en poco tiempo podemos rescatar una finca cafetalera y brindando un ejemplo vivo a los productores de la zona.
“Como parte del proceso, se revitalizó la zona cercana a la comunidad de Los Ángeles, brindando fuentes de empleo permanentes y de carácter estacional, así como apoyando a la comunidad en el rescate de sus espacios públicos”, comentó Iván Fernández, gerente del Beneficio La Eva & Santa Laura Exportadora de Café.
Actualmente, emplea a 85 recolectores de café, 11 colaboradores permanentes y 16 temporales.
La Finca es manejada con buenas prácticas agrícolas como modelo de producción sostenible. De sus 223 hectáreas de terreno, casi 100 son de bosque primario dedicado a la conservación de la flora y fauna silvestre local, así como a la protección de múltiples fuentes de agua que abastecen a diferentes comunidades.
Su ubicación geográfica y elevación permite que desde allí se obtenga una vista privilegiada de todo el Valle Central y de los Volcanes Poás, Barva, Irazú y Turrialba en los días despejados.
El café que sale de esta finca es el resultado de sus suelos volcánicos de gran profundidad y poca pendiente, aunada a su elevación entre los 1.450 y 1.800 msnm, al clima fresco y nuboso de la zona y a la posición en la que se encuentra y que permite que las plantas reciban una calidad óptima de sol.
Apoyo a la comunidad
El conocimiento y la experiencia lo emplean en el desarrollo de talleres de campo y charlas con micro, pequeños y medianos productores de café, con el objetivo de lograr una transferencia tecnológica efectiva y eficiente que permita acortar la curva de aprendizaje y promover el crecimiento y desarrollo sustentable de las fincas y parcelas de cientos de caficultores y sus familias.
“Queremos ser buenos vecinos y convertirnos en motor de desarrollo de la zona con impacto positivo en la comunidad, por ende, apoyamos iniciativas comunales como el rescate de los espacios públicos y deportivos en la comunidad aledaña de Los Ángeles de Sarchí, así como a las organizaciones religiosas de la localidad”, agregó Fernández.
Según aseguran, los colaboradores cuentan con acceso al sistema de salud y al seguro de riesgos del trabajo, además, el transporte se realiza en vehículos acreditados para tal efecto y con todos los permisos y seguros correspondientes.
A futuro
A partir de este año, Hacienda Luisa Norte iniciará con un proceso de construcción de albergues (tipo apartamentos), que permitan a la población recolectora extranjera habitar dentro de la Hacienda y, a la vez, estar cerca de los servicios públicos que brinda la comunidad de Los Ángeles de Sarchí.
Otro objetivo que se plantean para este 2023 es desarrollar instalaciones sanitarias en diferentes partes de la finca, de manera que los colaboradores puedan contar con instalaciones fijas y accesibles a poca distancia.
Para enero de 2024, esperan iniciar el desarrollo de una Casa de la Alegría, para atender a la población infantil de 12 años o menos en un ambiente que les brinde cuido, alimentación, educación y distracción sana, mientras sus padres y familiares trabajan en la recolección del café.
