25 de abril de 2013, 5:53 AM

El Servicio Nacional de Guardacostas detuvo la noche del martes un barco que transportaba un total de 108 aletas de tiburón, que según dijo Martín Arias, director del cuerpo policial, equivaldrían a 27 animales que fueron matados y lanzados al mar.

El decomiso tuvo lugar a las 11:30 de la noche, seis millas al sur de Quepos, cuando los oficiales realizaban un patrullaje sobre la línea costera como combate de la pesca ilegal y el narcotráfico.

Tras interceptar la nave, identificada como “Mujer Gitana”, y someterla a una revisión, los oficiales observaron varias bolsas con aletas de tiburón, por lo que le ordenaron a los tres tripulantes regresar al puerto de Quepos.

El capitán de la embarcación fue identificado con los apellidos Valverde Sánchez, al tiempo que los dos tripulantes responden a los apellidos Jiménez González y Valverde Ramírez. Los sujetos son vecinos del barrio El Cocal de Quepos, y quedaron en libertad el miércoles.

 

Para sorpresa de las autoridades, aparte del cargamento de aletas de tiburón, el navío llevaba una cantidad importante de pez vela, el cual, luego de ser pesado, se determinó que sobrepasaba el 15% del total de la pesca.

Por esa razón, la Fiscalía ordenó decomisar los 775 kilogramos de este tipo de pez. Según explicó el comisario Arias, la protección de esta especie se debe a que su explotación desmedida atenta contra la pesca deportiva y del turismo en general.

El pescado decomisado será rematado, luego de las debidas coordinaciones con el Servicio Nacional de Salud Animal (SENASA).