Por Natalia Jiménez Segura |23 de agosto de 2022, 10:38 AM

"El ADN no te hace familia, el amor sí", "nuestro corazón es un vientre de amor": con estas frases escritas en las ventanas del carro, la familia Montero Cubero celebró la adopción de su hijo, Fabricio. 

Desde que doña Bellanira Cubero y su esposo, Luis Montero, se casaron, hace 16 años, siempre soñaron con tener muchos hijos. Por mucho tiempo lo intentaron, pero no tuvieron resultados positivos. 

Ellos fueron a varias capacitaciones y llenaron los formularios para adoptar a un niño por medio del Patronato Nacional de la Infancia (PANI), sin embargo, al final decidieron no continuar con el proceso.

Ya con las opciones agotadas, la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) les ofreció hacerlos parte del programa de fertilización in vitro, a lo que dijeron que sí, aunque con ciertas dudas. Tres días antes de la primera cita, llegó el milagro que habían estado esperando.

"Una persona nos avisó que había una muchacha que quería dar al bebé en adopción y logramos contactarla. Ese día, hablamos con ella y fue muy bonito porque en el momento en que nos íbamos a despedir, yo le pedí que por favor me dejara tocarle la pancita con el bebé y me dijo que sí. Cuando me acerqué al vientre, le dije 'ya papá y mamá llegaron por vos' y bebé empezó a moverse dentro del vientre", contó la madre a Teletica.com. 

Solamente dos días después de haber conversado con la progenitora, Fabricio llegó al mundo y doña Bellanira asistió al parto. 

Familia celebra adopción de Fabricio: Nuestro corazón es un vientre de amor
Los integrantes de esta pareja tienen 46 y 50 años.

Ese mismo día era la primera cita de fertilización, pero no se acordaron de asistir. 24 horas después, ya la familia estaba reunida.

"Sin tener nada en casa ni tener idea de cómo hacerlo, él llegó a nuestra casa un día después de nacido", añadió. 

La adopción se dio de manera directa, esto significa que un abogado realiza el proceso legal y el Patronato Nacional de la Infancia (PANI) verifica que todo esté en orden para otorgarles la adopción. 

El tiempo que tardó fue más de lo esperado, debido a la pandemia; pero, tres años después, su sueño se cumplió al 100%. 

"Fue una promesa de Dios. Fabricio vino lleno de amor a este hogar, lleno de bendiciones. En el momento en que llegó a nuestra casa, ya cuatro horas después teníamos de todo. No sabemos cómo, simplemente las personas llegaban con las cosas a la casa. Hay que agradecer a Dios, fue demasiado lindo", contó Cubero. 

Familia celebra adopción de Fabricio: Nuestro corazón es un vientre de amor
Para esta familia, Fabricio es una oración contestada.

"Queríamos gritarle al mundo nuestra felicidad"

El gesto del carro nació de la madre, tras ver que varias personas habían hecho lo mismo cuando culminaba el proceso de adopción. Eso ocurrió el viernes anterior. 

"Como a veces uno quiere gritarle al mundo la felicidad que uno tiene, yo también quería que él se sintiera orgulloso de todo lo que había pasado y todo lo que estaba pasando. Para nosotros nunca ha sido la idea ocultar, sino más bien que él viva todo esto como algo natural", dijo Bellanira.

Familia celebra adopción de Fabricio: Nuestro corazón es un vientre de amor
Decenas de personas celebraron con ellos en las calles.

Ella asegura que ahora Fabricio tiene, oficial y legalmente, a dos padres que lo pidieron por más de una década. Ahora, verán el 19 de agosto como un segundo cumpleaños para festejar. 

"Él estaba muy feliz. Yo desde que estaba muy pequeñito le digo que mamá lo ama mucho. Él habla muy poco, pero estaba muy feliz y nada más decía, mami mía, papi mío, entre otras cosas.

"Muchas veces esperamos que nuestros hijos crezcan en el vientre y amarlos de esa manera (...) Él no creció en nuestro vientre, pero sí en nuestro corazón, albergándolo como un vientre el amor que estaba esperando cuando él iba a llegar", concluyó la familiar. 

Youtube Teletica