15 de enero de 2016, 4:14 AM

Trabajar la tierra no es nada fácil: las jornadas empiezan antes del amanecer y el resto del día el sol no da tregua.

Muchos no durarían ni una semana en este tipo de trabajo, pero José Francisco Brenes lleva toda su vida en esto.

Y nacer con un brazo menos no ha sido impedimento. Él no conoce el “no puedo" y tampoco las quejas.

En un día normal, José Francisco saca cerca de 500 kilos de papas. El trabajo no sólo necesita fuerza sino también mucha agilidad.

Si algo tiene claro este agricultor es que los límites muchas veces están en la mente. Él no le arruga la cara a sus labores diarias, más bien se siente privilegiado.

Y por eso todos los días se levanta con la misma sonrisa y las mismas ganas, porque no queda ninguna duda que lo de él es el trabajo duro.