Por Daniel Jiménez |20 de marzo de 2023, 9:30 AM

El arbitraje vive momentos de mucha tensión fuera de la cancha. Primero una filtración de un chat privado, posteriormente una denuncia de Keylor Herrera ante la Comisión de Arbitraje y ahora, por poco, una pelea entre el central David Gómez y su asistente Víctor Ramírez.

Al no pitar un claro penal a favor de San Carlos, en el juego ante Alajuelense, Ramírez se quedó con la bandera levantada. Esta acción hizo que Gómez y Ramírez discutieran, debido a que el central no le hizo casi a su asistente.

En Teletica.com le consultamos a Ramón Luis Méndez, Greivin Porras y Ricardo Cerdas sobre lo sucedido entre Gómez y Ramírez.

"Tengo dos posiciones: la primera es que voy a felicitar a David Gómez porque un asistente jamás puede estar por encima de la decisión del árbitro, no puede obligar al central a que pite una acción, no sé quién carajos les enseña y les dice eso", comentó Ramón Luis.

Méndez agregó que "lo que le faltó a Gómez fue quedarse con el cuarto árbitro como asistente y mandar a Ramírez al camerino".

Ramón explicó que el central puede enviar al vestuario a asistente y colocar en esa función al cuarto réferi y que la función de realizar los cambios recaería en el encargado de impartir justicia.

"La incapacidad de los árbitros para pitar faltas claras y evidentes, era un penal clarísimo, pero no lo pitó, le dio temor, no se atrevió, solo él lo sabrá, pero el penal fue totalmente evidente, pero una cosa no da para la otra", añadió.

Por su parte, Grevin sentenció que lo acontecido es "algo histórico".

"Estas situaciones que no se habían visto desde hace muchísimos años y que no le hacen bien al arbitraje, no estamos hablando desde el punto de vista legal de si puede o no hacerse, porque el central puede hasta expulsar al asistente, pero es la forma", contó Porras.

El exsilbatero aseguró que la principal crítica ante lo sucedido fue la prepotencia que mostró Gómez.

"Lamentablemente, se vio con prepotencia absoluta del árbitro, con su asistente, que se supone que es su mejor amigo en el campo, donde se supone que es quién hace una labor de equipo, el cuarteto arbitral y más se enfrenta con su compañero", dijo.

Y agregó: "Se vio muy feo, reitero, su prepotencia no fue bien vista por nadie, y reafirma lo que se ha venido reafirmando día a día, que es esa división interna que hay en el gremio. No sabemos cuándo la Federación tomará cartas en el asunto".

Además, Ricardo Cerdas, exréferi, detalló que "la coordinación entre ambos, árbitro y árbitro asistente, al momento de decidir sobre esa acción no fue la mejor".

"Los árbitros no deben atenerse a las diademas de comunicación, deben acostumbrarse a estar mirando con alguna frecuencia a sus compañeros, aunque estos no le estén asistiendo en ese momento.
Ya en sí la acción del árbitro hacia su asistente estuvo saturada de prepotencia. El árbitro es el primer llamado a mantener la ecuanimidad y tranquilidad, así como un adecuado control de sus emociones, si no lo hace, difícilmente podrá dirigir un juego de forma eficaz", concluyó Cerdas.

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