Por Juan José Herrera |7 de septiembre de 2022, 11:18 AM

Juan José Romero, epidemiólogo de la Universidad Nacional (UNA), criticó con dureza el desempeño de la ministra de Salud, Joselyn Chacón, en su interpelación ante la Asamblea Legislativa.

En un extenso comunicado, el especialista aseguró que, ante los diputados, la jerarca se mostró “muy débil, deficiente y, a ratos, ignorante”.

“En su comparecencia de ayer ante el plenario legislativo, la ministra de Salud, Joselyn Chacón, se mostró técnicamente muy débil, deficiente y, a ratos, ignorante en aspectos que deben ser de absoluto conocimiento por el cargo que ostenta.


“Ni qué decir de indicadores o hechos que se atribuyó a sí misma o al Gobierno al cual pertenece, pero que no son, para nada, producto de su gestión o de este Gobierno; tal es el caso de las aperturas totales de los centros educativos o de la apertura del sector comercial”, aseguró.

Pero sus críticas no fueron solo para Chacón, sino que también apuntó contra la falta de preparación de los propios diputados para cuestionar, con ciencia, los datos y afirmaciones ofrecidos por la ministra.

La interpelación de Chacón, la primera de un ministro en la actual administración, tenía como objetivo aclarar la estrategia del Gobierno en temas de la pandemia de COVID-19, especialmente luego de decisiones como la eliminación de la obligatoriedad de mascarillas, el fallido intento por eliminar la vacunación obligatoria o la derogatoria del decreto de emergencia.

Sin embargo, y según Romero, esa meta no se cumplió.

“En sus intervenciones (Chacón) se mostró ayuna de conceptos claros, datos robustos y en vez de no dejar interrogantes en sus interlocutores; más bien creó y acrecentó las dudas y le echó gasolina al fuego”.

“Lamentablemente, demostró que desconoce bajo cuáles criterios se debe obligar a la aplicación de una vacuna. En este aspecto, sí hay que poner mucha atención”, dijo el experto.

Ante los diputados, la ministra no precisó los criterios técnicos que respaldaron la intención del Gobierno de eliminar la vacunación obligatoria, que ella resumió como un respaldo a la opinión “de muchas personas” que no quieren vacunarse.

Romero insistió en que es responsabilidad del Ministerio de Salud, por ley, resguardar el interés público y velar por la salud de la población, incluida la definición de políticas públicas que apunten a esa tarea.