En la salud y la enfermedad: la promesa que hicieron Luis y Evelyn en el Calderón Guardia
Funcionarios y pacientes ayudaron a que la pareja, que tiene cinco hijos, se pudiera casar en un pasillo del hospital. El esposo lucha, desde hace algunos meses, contra un cáncer gástrico.
Evelyn Navarro, de 31 años, y Luis Durán, de 35, tienen una historia de amor puro. Hace ocho años están juntos y se casaron, la semana anterior, en un escenario que jamás imaginaron: un hospital.
Él es paciente del Calderón Guardia y lucha contra un cáncer gástrico desde hace algunos meses. Entre los dos tienen cinco hijos, la mayor, Melody, de 12 años, tiene parálisis cerebral infantil; y los dos menores, Thiago, de 2, y Andy, de 5 años, están siendo valorados por rasgos de autismo. También están Mía, de 6 años, y Tomy, de 10.
Se conocieron trabajando en un supermercado, donde crearon una linda amistad. Para ese momento, cada uno tenía a su hijo e hija mayor: Luis a Melody y Evelyn a Tomy.
"Él era una persona muy sonriente y yo muy tímida. Lo conocí como un papá súper amoroso, se iba de trabajar al hospital, o al revés. Nos separamos unos años y nos reencontramos en un puente. Venía yo de trabajar y él venía con Melody, nos topamos en el puente y ahí me invitó a salir", contó en entrevista con Teletica.com.
Se enamoraron y decidieron empezar una familia juntos: Evelyn con su hijo mayor y Luis con su hija Melody, quien requiere de una atención más especializada, más los otros tres chicos que se sumaron con el paso de los años.
El matrimonio había sido postergado por diferentes situaciones, pero fue puesto sobre la mesa de un pronto a otro.
"Se nos vino el mundo abajo"
"En junio del año pasado, se enfermó y todo se vino para abajo. Él ha sido muy fuerte y, en ese momento, no dejaba de correr con los chicos, no se quejaba y seguía. Siguió enfermo y, aunque iba al médico, le decían que era una gastritis. En enero, se nos complica un poco más de salud, eran muchos los vómitos y los dolores. Pero siempre corríamos, él por su lado, yo por el mío y nos reencontrábamos en la casa por las noches.
"Para Sábado Santo, yo busqué una cita con el médico de La Católica, ya no sabía qué hacer y le pedí a Dios que me guiara. En la Caja le daban pastillas para el dolor y lo devolvían, pero ya había bajado mucho de peso (...)", dijo la madre de familia.
En ese momento, con ayuda de Dios y varios familiares, juntaron el dinero para pagar la cita y algunos exámenes.
El panorama se complicó más de lo que pensaban: el dolor provenía de varias vértebras quebradas y un cáncer que presionaba la columna.
De inmediato, se fueron con una referencia para Emergencias del Calderón Guardia, donde lo dejaron internado. Ahí empezó la catarata de malas noticias.
"A él le dieron la noticia solo y me dijo que no podía hablarme, que le dijo al médico que hablara conmigo. Fue muy pesado oírlo, salí devastada de ahí. Yo decía: 'No puedo verlo así, es demasiado duro, es lo más maravilloso que he tenido' y le pedí a Dios un milagro. Entré a hablar con él un poco más serena y nos llevaron a una salita, ahí lloramos ambos", relató.
A pesar de que todo se les vino abajo, Evelyn tuvo una idea que llegó del cielo.
"Ahí hablamos mucho, él estaba acostado, me arrodillé y le dije: 'Mi amor, los años o días que Dios me dé con usted, yo lo amo con el alma y no hay nada que traspase eso'. Me arrodillé, le tomé su mano y le dije: '¿Mi amor, te querés casar conmigo?' y me dijo que sí", manifestó.
El día más esperado de sus vidas
Las bendiciones fueron llegando poco a poco. El día después de comprometerse, una amiga les dio la noticia de que el lunes siguiente llegaría un abogado a casarlos.
Además, el día antes del matrimonio llegaron tres vestidos de novia a la casa de Evelyn. Otra persona compró los anillos, las flores, entre otros.
Video de la boda:
Incluso, ella le llevó ropa a su marido para que pudieran vestirse ambos de blanco.
"Las enfermeras corrían de un lado al otro para ayudar, hasta los pacientes pusieron dinero, las enfermeras, un guarda y compraron hasta globos y queque. Acomodaron un pasillo y ahí fue todo. No cambio nada del día, fue especial de muchísimas maneras", aseguró.
Melody, que estaba con ella porque después tenían una cita en el Hospital de Niños, también pudo presenciar la pequeña ceremonia. Aseguran que Dios y los funcionarios del hospital cuidaron cada detalle para que todo fuera perfecto.
El médico que les dio la dura noticia fue el que le puso la ropa a Luis y entregó a Evelyn.
Dicen estar eternamente agradecidos.
"Tiene un peso en el corazón poder llamarlo esposo (...) Es un hombre que ha sacado la casta por la familia, que siempre se ha esforzado, es maravillo como papá, uno de esos 4x4 que casi no se oye en ningún lado", dijo entre lágrimas.
Luis fue intervenido quirúrgicamente esta semana y se mantiene internado. Ahora la pareja de esposos lucha el doble, todos los días, para permanecer unidos y le piden a Dios un milagro.
