Por Rodolfo González |7 de julio de 2021, 17:28 PM

Lo esperaron a un lado la vía principal, apenas a unas decenas de metros de la entrada de su casa. Cuando su camioneta se acercó,  los asesinos se pusieron junto a la ventanilla del conductor y le dispararon.

 Cuando la ambulancia llegó, lo encontró aún con vida. De inmediato le dio el soporte básico y lo trasladó "en rojo" hasta el hospital Calderón Guardia. En la puerta de emergencia del centro médico ya varios medios de comunicación estaban esperando.

 Sus últimas imágenes fueron en una camilla, en la cual doctores le trataban de dar resucitación, esfuerzos que resultaron en vano.

Ya para las 5 pm de ese sábado 7 de julio del 2001 el país empezó a conocer la noticia: Parmenio Medina Pérez, el productor radiofónico del exitoso programa "La Patada", había sido asesinado.

Este miércoles, 20 años después, nadie ha llenado el vacío que dejó Medina en la producción radiofónica con un programa que combinó magistralmente la sátira, el humor y la denuncia.

Maratónico juicio

El juicio contra las personas detenidas duró dos años, convirtiéndose en uno de los más largos en la historia del país. En ese entonces se recibieron más de 100 testigos. 

La tesis de la acusación fue que personas afectadas por las denuncias en el programa radiofónico pagaron a sicarios para que le dieran muerte al periodista de origen colombiano y de 62 años de edad.

Antes de su muerte, Medina había sido muy crítico de los manejos financieros que se hacían en una emisora católica llamada Radio María, liderada por el mediático sacerdote Minor Calvo.

Entre los acusados estaba un empresario, Omar Chaves  y Minor Calvo. El primero fue condenado como autor intelectual del crimen, mientras que el segundo fue absuelto por el asesinato, aunque si se le sentenció por estafa. Él se encuentra libre y siempre ha insistido en que fue inocente de lo que se le imputó.

Chaves, condenado a 35 años de cárcel por el homicidio y 12 más por estafa, salió de prisión hace tres años utilizando un dispositivo electrónico de monitoreo.

También se condenó a Luis Alberto Aguirre como autor material a 30 años. Otras seis personas fueron absueltas.

Gigantesco error

Entre los absueltos figuraba un empresario de origen colombiano, quien estuvo cuatro años en prisión preventiva.

Durante todo ese tiempo Jorge Castillo alegó inocencia.  Su abogado defensor indicó que un error de identidad estaba generando una enorme injusticia para Castillo.

Avanzado el debate, el propio Ministerio Público reconoció que no tenía nada contra esta persona, quien quedó finalmente libre. 

Castillo demandó al Estado Costarricense y un tribunal de justicia consideró que se le debía de pagar casi 100 millones de colones por daño moral.

Su desgarradora historia fue recogida en un reportaje realizado por el programa 7 días en el año 2013.

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