Por Yessenia Alvarado |10 de abril de 2018, 4:50 AM

Los diputados de la comisión especial de Fortalecimiento de las Finanzas Públicas aprobó el plan fiscal la mañana de este martes. Ahora el proyecto pasará a debate en el plenario.

El proyecto que pretende combatir el abultado hueco fiscal -que para este año se estima cierre en un 7,1% del PIB- recibió el espaldarazo de dos diputados liberacionistas, uno del PAC y uno del PUSC.

Lo rechazaron el del Movimiento Libertario, de Restauración Nacional y Frente Amplio.

La votación superó no solo la moción de vía rápida aprobada en el plenario y a solicitud del Ejecutivo, sino también las 1.164 mociones presentadas en su mayoría por Otto Guevara.

¿Qué viene en este plan fiscal? Entre las disposiciones destacan:

- El Impuesto de Ventas se convertiría en uno al Valor Agregado del 13% para la mayoría de bienes y servicios.

- Un tope de 1.94% a las anualidades de los empleados públicos por buen desempeño.

- Salarios mayores a los 2,1 millones de colones pagarían gasta un 20% de impuesto sobre la renta; y los que superan los 4,2 millones de colones podrían desembolsar hasta un 25%.

- Los libros en todos sus formatos quedarían exonerados, a pesar de que Casa Presidencial buscaba gravarlos con una tasa diferenciada del 4%.

- Maquinaria agrícola no pagará el 13%.

- Se gravarán los servicios de salud privados y la educación privada.

Legisladores que votaron a favor aseguraron que el plan no solo grava bienes y servicios, sino que permitirá fijar límites al gasto del Estado con cláusulas de salvaguardia.

Incluso, aseguran que el plan puede recibir modificaciones en las discusiones en el plenario.

Pero este plan también ha levantado voces de preocupación en varios sectores.

El diputado Edgardo Araya, de Frente Amplio, aseguró que este plan será un golpe al sector productivo y los más pobres del país sentirán el mayor peso de este plan.

La Cámara Costarricense de la Industria Alimentaria aseguró que este plan fiscal podría golpear los presupuestos de los ticos.

Asimismo, estimó que pondría en peligro la estabilidad del sector industrial de alimentos y bebidas, ya que el plan impondría impuestos a productos que inicialmente no estaban en la propuesta.

En la Cámara de Industria Alimentaria aseguran que la solución no está en aumentar los  impuestos, sino en disminuir en gasto en el sector público.