Conozca las particularidades del billete de cinco colones, joya numismática
Este billete es infaltable en las vitrinas de coleccionistas y miles de costarricenses, quienes lo atesoran y guardan un sinnúmero de recuerdos.
El billete de cinco colones está repleto de particularidades que lo convierten en una joya numismática (ver video adjunto).
Por ejemplo, el artista italiano que pintó la alegoría del comercio y la agricultura del Teatro Nacional, que luego se imprimió en el billete, fue Aleardo Villa; pero en ningún billete se leerá bien su nombre.
El crédito del lienzo en los primeros 10 millones de ejemplares decía T. Villa y en los otros 55 millones que se fabricaron, J. Villa; ninguno acertó.
Aunque de alguna forma Villa trascendió, pues él mismo se plasmó en la obra: lo vemos pintando en plena costa costarricense.
Thomas de La Rue & Company, con sede en Londres, fue la empresa encargada de imprimir el precioso billete serie de cinco colones en 1968.
Este billete es un infaltable en las vitrinas de coleccionistas y miles de costarricenses, quienes lo atesoran y guardan un sinnúmero de recuerdos.
En 1997, el entonces presidente de Estados Unidos, Bill Clinton, visitó Costa Rica y dejó una imagen de asombro al observar el detalle del billete.
Don Mario Lanza sigue vendiendo ejemplares afuera del Teatro Nacional y asegura que fue quien le entregó el billete a Clinton y, según cuenta, a otras personalidades reconocidas.
Los billetes con firmas particulares de expresidentes del Banco Central tienen un costo adicional, un ejemplo es este billete con la firma del exmandatario y premio Nobel de la Paz, Óscar Arias Sánchez, quien fue jerarca del banco en 1972.
Salió de circulación el 31 de enero de 2004, aunque 17 años después, el comercio sigue aprovechando su fama y su belleza, por medio de souvenirs, tazas o paños.
Según explica la Asociación Costarricense de Numismática, en un detallado informe, el billete es sustituido el 26 de diciembre de 1986 por monedas del mismo valor facial, aunque el Banco Central continuó realizando emisiones hasta 1992. No fue hasta el 2004 cuando se retira de circulación.
Por la alegoría, por sus colores y por los recuerdos que nos llegan a la mente cuando vemos, el de cinco colones es el “pura vida” de los billetes: el más representativo y emblemático de todos.

