Por Adrián Z Rivero |18 de noviembre de 2023, 10:20 AM

En los últimos meses, se han registrado asaltos a viviendas y robos de vehículos en los que criminales simulan pertenecer a cuerpos policiales. En el último caso, el pasado miércoles, varios sujetos disfrazados como agentes de la Policía de Control de Drogas (PCD) realizaron un violento robo de carro, con el método conocido como "bajonazo".

Ante esto, Teletica.com consultó a especialistas cómo se debe actuar en este tipo de situaciones y si hay alguna forma de prevenirlas.

Al respecto, Gustavo Mata, exministro de Seguridad, manifestó que “esto no es nada novedoso”, sino que los delincuentes lo aplican desde hace años, aunque “la incidencia criminal” de estos delitos está creciendo.

Mata aseguró que “estos antisociales se valen de cualquier maña para confundir al ciudadano honesto”, entonces, como los cuerpos policiales defienden a la ciudadanía, los criminales se disfrazan como agentes del Organismo de Investigación Judicial (OIJ), del Ministerio de Seguridad Pública, de la PCD, entre otros.

“Ahora, principalmente, se está dando ese tipo de eventos de asaltos a vivienda, bajonazos, de las 6 p. m. a las 2 a. m., aproximadamente”, detalló el experto.

¿Hay forma de diferenciarlos?

El criminólogo y exinvestigador judicial, Gerardo Castaing, manifestó que diferenciar, de forma rápida, si se está ante un grupo de criminales disfrazados como policías es “sumamente difícil”, a menos que sean otras autoridades quienes lo distingan: “Para el ciudadano común, esto se vuelve muy dificultoso”.

Castaing agregó, sin embargo, que existen algunos elementos que podrían ayudar a reconocer el engaño. Por ejemplo, el experto indicó que los agentes del OIJ no están autorizados a hacer retenes, a menos de que estén acompañados por la Fuerza Pública.

El especialista indicó que los carros de la Policía Judicial tampoco suelen llevar rotulación ni placas especiales, por ser de investigación. Además, no utilizan vehículos de alta gama.

“Si hubiese un vehículo de esos en un retén, ya el ciudadano puede saber que no es la Policía. Lo otro que puede hacer es apostar por la prevención. No viajar de noche, no viajar por lugares solitarios; lógicamente, esa gente va a poner un retén en un lugar solitario, donde no sean detectados fácilmente”, dijo el criminólogo.

El especialista señaló que, si se avista un retén a lo lejos y existe la sospecha de que sea falso, lo mejor es retirarse del lugar: “Eso lo tienen que hacer con cuidado porque podría ser que les disparen”.

Si se tratara de un asalto a una casa, tanto Mata como Castaing coinciden en que hay más posibilidades de acción.

“La Policía no hace allanamientos a las 6 p. m. Cuando le toquen la puerta y escuche que hay carros y hay gente afuera vestidos de policías, no abra, la Policía no allana a esa hora”, dijo el exjerarca.

Mata añadió que un ciudadano honesto “no tiene por qué prestarse a abrir puertas o abrir portones”, a menos de que haya una orden judicial.

Por su parte, Castaing comentó que, cuando la Policía Judicial hace allanamientos de medio riesgo, tiene que notificar a algún habitante de la casa y, además, debe estar presente un fiscal, que no viste uniforme.

“La toma de decisiones ahí es estructurar bien la casa, que haya barreras de contención adecuadas y ahí la Policía va a tener que llamar e identificarse”, apuntó el criminólogo.

Ambos expertos también concordaron en que, una vez que se cayó en el engaño, lo mejor es no oponer resistencia.

“Esta gente entra drogada, entra tomada, nerviosa y es cuando provocan disparos, es cuando provocan muertes innecesarias; por lo tanto, si desgraciadamente ya estás en una situación de esas, […] no hay que oponerse”, anotó Mata.

Castaing apostó por la precaución y manejo de crisis: “Si hay un obstáculo, lo van a eliminar a como sea, a balazos o golpes, y eso sí puede exponer a otras personas también a sufrir lesiones”.

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