Por Álvaro Sánchez |17 de septiembre de 2014, 8:26 AM

La utilización de brazaletes electrónicos para privados de libertad no peligrosos es de $15 al día, más barato que mantener a un reo en el sistema penitenciario.

Según el Ministerio de Justicia mantener a un privado de libertad en la cárcel cuesta al erario $48 diarios; es decir, una diferencia de $33 con respecto al dispositivo de rastreo.

La primera etapa de implementación de los dispositivos electrónicos para liberar a presos no peligrosos le costará $1 millón al Ministerio, según estimaciones de la entidad.

La implementación de estos dispositivos pretende además de la reinserción de algunos privados de libertad con sentencia en firme no mayor a los seis años, luchar contra el hacinamiento en los centros penales.

Una de las empresas que pretende ser proveedora de estos aparatos, así como del software y el monitoreo considera que el sistema que ellos mismos han implementado en otros países tiene al menos un 90% de eficacia.

El aparato emite diferentes alertas. 

Por ejemplo, si el individuo se aleja de los que se denominan celdas imaginarias, si el privado de libertad consume drogas o licor, o si intenta quitarse el dispositivo.

En otros países mantienen dispositivos conectados implementando planes de demostración como el que se iniciaría en Costa Rica tras la aprobación de la ley.

Para la primera etapa de este proyecto se implementarían unos 220 dispositivos y serán los jueces los que determinen quiénes podrán acceder a quedar en libertad con estos aparatos.

En primera instancia la ley establece que privados de libertad con sentencias en firmes no mayores a los seis años.

No podrán ser parte de este proyecto quienes estén sentenciados o indiciados por delitos relacionados con el crimen organizado o por delitos sexuales.