Por Paulo Villalobos 23 de junio de 2025, 10:35 AM

El Tribunal Contencioso y Civil de Hacienda recibió, el martes anterior, una segunda demanda contra la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) por supuestos accesos no autorizados al Expediente Digital Único en Salud (EDUS) de una paciente.

Dicho proceso se inició cinco días después de que Teletica.com revelara un caso similar, por el que la institución deberá afrontar un juicio el año entrante.

La gestión fue planteada por el abogado Marco Sánchez Pereira, en representación de una secretaria de un hospital de la Gran Área Metropolitana (GAM), cuya identidad y lugar de trabajo serán reservados por este medio.

En este caso, se señalan cuatro ingresos hechos por el jefe y una compañera de la actora. Ambos son médicos, pero ninguno es tratante de la mujer.

Los accesos ocurrieron el 30 de abril y el 16 de mayo de 2024, y las consultas se prolongaron por hasta 15 minutos, según se desprende de una bitácora certificada por la jefa de Registros y Estadísticas de Salud del Área de Salud Alajuela Oeste, Daisy Alvarado Rojas, a la que este Teletica.com tuvo acceso. Los motivos dados para esos ingresos se relacionan con la búsqueda de la paciente y la revisión de su expediente.

Desde la comodidad de su casa, cuyas puertas abrió para recibir a un equipo de este medio, la secretaria explicó que empezó a sospechar de que su expediente digital había sido accedido a raíz de la dinámica diaria con sus compañeros.

Aspectos de su infancia, traumas y situaciones que atravesaba por una condición psiquiátrica empezaron a escucharse en ese lugar, en el que se suponía nadie tenía que saberlo.

"Cuando yo estaba trabajando, los mismos comentarios de pasillos, vos los escuchás... inclusive recibí hasta llamadas de personas que ya no laboraban en el hospital para hacerme preguntas personales que nadie sabía. Donde yo recibí llamadas sobre mis cosas personales, esas situaciones que estaba atravesando, yo quedaba como paralizada. Yo decía, ¿pero por qué? Esa persona que me llamó, si está pensionada, ¿cómo sabe cosas? Si son cosas realmente que vos no cuentas.

"Para cuando empecé a sentir esos rumores, chismes de pasillos y a percatarme de todas esas situaciones, fue ahí donde yo me alarmé y fui y busqué la ayuda en el lugar correspondiente para que me brindaran las bitácoras o la información que necesitaba para realmente corroborar mi sospecha. Y cuando me entregaron los documentos, fue donde yo realmente vi que mi sospecha era cierta", narró la mujer.

Esa situación ha sumido a la demandante en un “ambiente hostil”, en la que se supone debe ser su “segunda familia”.

Desde entonces, la crisis que vivía incrementó y las ganas de ir a trabajar cayeron a lo más bajo.

Ahora la depresión, los ataques de ansiedad, el estrés y otras sintomatologías son constantes en el día a día de esta servidora de la Caja de Seguro Social.

"Eso me hace sentir muy, muy en desconfianza. Cada vez que voy a una consulta médica, llego con ese temor de que si puedo seguir proporcionándole al médico información que necesita él para seguirme dando tratamientos. Ya yo quedo con esa duda de 'Mira... ¿le puedo decir esto? Porque si le digo esto y lo anota en mi expediente, si vuelven a ingresar, van a ver esto otro que le estoy diciendo'.

"Y estamos hablando de enfermedades psicológicas o físicas, que es mío y que no quiero compartir con nadie; y que no exista ese filtro y que cualquier persona pueda entrar simplemente porque le nació, porque le dio la gana, desconozco el motivo. Lo único que me hace es, primero, andar con desconfianza, inclusive a una valoración médica que yo tenga; y, segundo, ¿con qué propósito? ¿Qué es lo que quieren con esa información? ¿Simplemente seguir haciendo comentarios o chismes de pasillo o simplemente denigrarte tu intimidad de alguna manera?", señaló la mujer.

Acoso laboral

El abogado Marco Sánchez Pereira explicó que, en este caso, lo más grave es que los ingresos sin autorización —presuntamente— vinieron de compañeros de la mujer.

Se trata de médicos que no eran tratantes y que carecían de aval para consultar ese expediente digital.

El jurista destacó que los ingresos se dieron en horarios no laborales de la actora (4 a. m.).

"Una vez que uno hace una revisión y se equivoca, existe un error. Pero cuando ya varias veces están ingresando para obtener información, lo que nos estamos dando cuenta es que hay una intención clara y manifiesta de la persona de querer conocer cuál es el expediente clínico de nuestra clienta. ¿Qué sucede también? Lo hacen público. ¿Por qué? Porque hay otras personas que le comentan a ella fuera del ámbito laboral de las condiciones que tiene y cómo se dan cuenta si no es accediendo el Expediente Digital Único en Salud.

"Cuando ella visita la Gerencia Médica, externa su molestia y obtiene la bitácora, se da cuenta de las fechas en las cuales sus propios compañeros de trabajo son quienes están ingresando para conocer cuál es el estado de su historial médico. Es decir, lo más valioso, la información que debería estar mejor resguardada es de conocimiento público", aseveró el representante legal.

Sánchez Pereira mencionó que en este tipo de casos, las afectadas sienten que sus padecimientos, historial, citas de control e, incluso, infancia, son conocidos “por todo el mundo”.

En esa línea, el abogado insistió en que la motivación detrás de las dos demandas planteadas contra la Caja de Seguro Social tienen como objetivo “sentar un precedente” para que los datos médicos de los costarricenses se mantengan privados.

Desde el hospital en el que trabaja la secretaria indicaron a este medio que conocen los hechos, pero que no pueden referirse al respecto por los procedimientos que se mantienen en curso.

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