Por Juan José Herrera |10 de diciembre de 2021, 17:21 PM

El inminente cambio de Gobierno y la estrechez presupuestaria actual amenazan con enterrar el proyecto para vigilar, mediante cámaras, las carreteras del país.

El contrato, adjudicado en firme desde marzo de 2020 al consorcio Gestión Tecnológica ITS, no ha podido ser refrendado debido a las limitaciones presupuestarias que enfrenta el país y las restricciones que supone la aplicación de la regla fiscal.

Por esa misma razón, el proyecto no fue incluido en el presupuesto ordinario de 2021 ni tampoco en ninguno de los nueve extraordinarios que sumó el Ministerio de Hacienda este año.

Tampoco consiguió ahora meterse en el presupuesto de 2022.

“La estrategia que tenemos y ya solicitamos a la junta directiva del Cosevi fue esa, que nos permitieran solicitar un extraordinario al Ministerio de Hacienda para que haga la valoración y esperamos entrar dentro de la priorización del Estado, ser tomados en cuenta por las justificaciones que ya fueron entregadas y se volverán a entregar a Hacienda”, aseguró el presidente ejecutivo del Consejo de Seguridad Vial, Edwin Herrera.

El llamado Sistema de Control para la Movilidad (Sicom) fue adjudicado por un monto inicial de ₡20.842 millones para su implementación, más ₡1.998 millones anuales de mantenimiento por cuatro años.

El Cosevi asegura que tiene esos recursos, pero es imposible incluirlos sin romper el tope de gasto impuesto por la regla fiscal dentro de la Ley de Fortalecimiento de las Finanzas Públicas.

Ese obstáculo supone un posible incumplimiento de contrato para el Estado, que podría ser sujeto a sanciones y multas por quebrantar ese acuerdo ya firmado.

“Cualquier contratación tiene ese riesgo, pero ya tuvimos conversaciones con el consorcio y están claros de nuestro interés de que eso se dé, la junta directiva lo ha externado formalmente ante el ministerio de Hacienda, el mismo ministro (Rodolfo Méndez Mata) también lo ha hecho, lo que estamos esperando es que el contenido presupuestario logre escalar y podamos estar dentro de la prioridad nacional ante la limitación de recursos que tenemos ahorita”, añadió Herrera.

A eso hay que agregarle la posibilidad que el proyecto no sea una prioridad a los ojos del futuro Gobierno, que tomará posesión en mayo próximo. Ahí también podría acabar la ilusión del Cosevi por volver a monitorear las carreteras del país.

“Por supuesto, puede cambiar la política, pero confiamos que el proyecto es lo suficientemente necesario y está debidamente justificado para que la próxima administración le dé continuidad. Nosotros, como institución, estamos convencidos de que es necesario, a pesar de que mi posición ahorita es política, mi formación es técnica y estoy convencido que es necesaria”, finalizó.