Por Susana Peña Nassar |22 de septiembre de 2020, 13:33 PM

Las Unidades de Cuidados Intensivos (UCI) del país agotarían todas sus camas en dos semanas. 

Esa es la proyección que manejan las autoridades, revelada este martes por el presidente de la Comisión Nacional de Emergencias (CNE), Alexánder Solís. 

"Los modelos matemáticos que se llevan, a partir del trabajo que se hace con diferentes grupos de científicos de datos, nos dan cuenta de que podríamos tener la no disponibilidad de camas UCI en la semana que va entre el 5 y el 9 de octubre", dijo el jerarca de la CNE.

El cálculo se da a conocer el día en que se reportan 260 pacientes internados en UCI. Según la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS), la capacidad máxima es de 359; es decir, solo quedan 99 disponibles. 

"Ahora es muy poco probable que ese número varíe, porque no solo se trata de todo el equipo que esto demanda, sino del importante número de profesionales que requiere una UCI. Ya alcanzamos el límite del recurso humano disponible en este tema”, explicó el gerente médico de la institución, Mario Ruiz, el viernes anterior.

"Esto no tiene que ver con miedo, es un tema de realidad operativa", agregó Solís en conferencia de prensa. 

¿Medidas como en Europa?

El presidente de la CNE fue enfático: los ciudadanos son los únicos que pueden evitar el colapso en los hospitales. 

"Esto solo lo vamos a resolver con cambios en nuestra conducta", advirtió.

"Estamos en una etapa crítica, no solamente en Costa Rica sino en el mundo. Hoy estamos viendo noticias de varios países europeos, donde vuelven a cierres fuertes, a restricciones que, incluso, crean escenarios para los próximos meses con cierres importantes de actividades económicas y, nuevamente, reducción de la movilidad", añadió el presidente de la CNE.

Solís hizo énfasis en el modelo de gestión compartida aplicado en Costa Rica, ya que este análisis cantonal permite tener un mayor control sin afectar la actividad comercial. 

Explicó que los cierres se darían según el índice de riesgo en cada cantón y la aplicación de los planes preventivos; en otras palabras, de manera focalizada para evitar afectación económica. 

"No tiene sentido cerrar absolutamente todo si podemos ir manejando esos aspectos", aseguró. 

El escenario más restrictivo que podría aplicarse en Costa Rica es el de "riesgo intolerable". 

"Implicaría que tenemos un índice de riesgo cantonal alto, es decir, muchísimos contagios en gran parte de los cantones y una capacidad desbordada del sistema hospitalario. En ese momento tendremos que tomar decisiones diferenciadas", concluyó el jerarca.