Por Stefanía Colombari |25 de noviembre de 2022, 15:33 PM

Cada 11 minutos, una mujer o una niña es asesinada por una persona que conoce: así lo ha dado a conocer la Oficina de las Naciones Unidas Contra la Droga y el Delito.

Este cálculo se desprende de los datos de mujeres y niñas asesinadas en el 2020, un total 81 mil. De este número, un 58% eran familia o pareja de su asesino.

De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), en 2021, aproximadamente 736 millones de mujeres sufrieron violencia física o sexual causada por un compañero íntimo o agresiones sexuales perpetradas por otras personas, una cifra que se ha mantenido prácticamente igual durante la última década.

En Costa Rica, según los datos de la Fiscalía Adjunta de Género, desde la promulgación de la Ley de Violencia contra las Mujeres, en 2007, hasta noviembre de 2022, se han registrado un total de 417 femicidios. Durante este 2022, 13 mujeres fueron víctimas de este delito.

Otro dato desgarrador es el de la cantidad de sobrevivientes de femicidios, así se les conoce a aquellos menores de edad que quedaron huérfanos tras la muerte de su madre, muchos de ellos presenciaron el momento del asesinato. En este sentido, entre el 2016 y el 2022, 200 personas quedaron huérfanas de madre, 147 de ellas, eran menores de edad cuando sus mamás fueron asesinadas.

Retos por delante

De acuerdo con información del Poder Judicial, la Ley de Penalización de Violencia contra las Mujeres ha sido reformada ocho veces, las dos más significativas ocurrieron en mayo y agosto de 2021.

En la primera ocasión se determinó que esta normativa se aplicaría, además de a las relaciones de matrimonio y unión de hecho, a las de noviazgo, convivencia, no convivencia, relación casual, incluso aunque haya divorcio, separación o ruptura de por medio. En la segunda reforma se añade el “femicidio en otros contextos” para aquellos casos en los que el perpetrador se haya aprovechado de una relación o vínculo de confianza, amistad, de parentesco, de autoridad o de una relación de poder que tuviera con la mujer víctima. También en casos en donde el hecho haya ocurrido dentro de las relaciones familiares de hasta tercer grado de consanguinidad o afinidad, vivan o no bajo el mismo techo.

Sin embargo, las autoridades aún consideran que quedan retos por delante. Teletica.com conversó con la ministra de la Condición de la Mujer, Cindy Quesada, sobre la deuda pendiente con las mujeres del país en esta materia.

Para Quesada, una de estas tiene que ver con que el tratamiento que dan las autoridades a los casos termina por desincentivar a las mujeres a seguir con el proceso. La impunidad también es otro de los factores que pueden cohibir a las víctimas de realizar denuncias.

“Acabamos de ver un proceso en donde dejan libre al presunto femicida, entonces queda sensación de impunidad”, aseveró la jerarca.

Afirmó que aún no hay suficiente prevención, pues la sociedad sigue formando hombres machistas y violentos, en vez de formar masculinidades basadas en el respeto.

Durante un foro realizado en el marco del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, llevado a cabo en la Asamblea Legislativa, la vicepresidenta de la Corte Suprema de Justicia, Patricia Solano, indicó que hay una urgente necesidad de atención sistemática e interdisciplinaria para un verdadero abordaje integral de esta criminalidad, que continúa dañando a mujeres y niñas de nuestro país.

Más sitios seguros para denunciar

Quesada comentó a este medio que el Instituto Nacional de las Mujeres (Inamu) ha ido fortaleciendo su papel en distintas regiones del país.  Los “puntos violeta” pasaron de seis a 31 en todo el territorio nacional: se trata de sitios seguros de esta institución, en donde las mujeres pueden ir a pedir ayuda.

Además, contrataron 10 profesionales más en Derecho, que brindarán apoyo legal a las víctimas. Anteriormente, había solo dos atendiendo a cerca de 31 mil mujeres al año que son víctimas de violencia física y sexual, esto significaba que el Inamu debía escoger a cuál mujer ayudar.

En estas sedes del Inamu, además de la asesoría legal, se brinda acompañamiento psicológico y ayuda en el proceso de presentación de denuncias.