Por Natalia Jiménez Segura |2 de septiembre de 2022, 7:28 AM

En esta primera entrega del especial de Beneméritos de la Patria que estará realizando la redacción de Teletica.com durante el mes de la Independencia de Costa Rica, ahondamos en la vida de una de las mujeres más importantes en la historia del voto femenino: Ángela Acuña Braun

Durante sus 95 años de vida (1888-1983), se convirtió, entre muchas otras cosas, en la primera mujer en graduarse como bachiller colegial y en la primera abogada del país, con una trayectoria destacada como pionera embajadora y una de las principales luchadoras para que las mujeres pudieran ejercer su derecho al sufragio. 

Según un artículo publicado en la revista El Foro, del Colegio de Abogados y Abogadas, escrito por Tomás Federico Arias Castro, Acuña nació en 1888 en una familia de padres costarricenses, con un abuelo alemán. A los siete años, murió su padre y, siete años después, su madre, cuando era apenas una adolescente. 

Ese mismo año se fue a vivir con su tía y se matriculó en el Colegio Superior de Señoritas, donde, gracias a sus destacadas notas, recibió una beca para estudiar en París, Francia.

Viajó por Bélgica, estudió también en Londres y, en 1910, regresó a Costa Rica. 

"Su pensamiento, sus anhelos, su criterio y sus afanes se habían modificado ostensiblemente debido al conocimiento de las diversas realidades de vida que vio en Europa y que, por lógica obviedad, empezó a comparar con la entonces sociedad costarricense de principios del siglo XX", detalló Arias Castro en su publicación. 

Uno de sus hitos iniciales fue convertirse en la primera estudiante mujer del Liceo de Costa Rica, con el objetivo de sacar el bachillerato, ya que el Superior de Señoritas no otorgaba ese título.

Asimismo, también fue la primera mujer bachiller del país, momento después del cual inició con su lucha feminista.

Ingresó a la carrera de Derecho en la Universidad de Costa Rica (UCR), donde se enfrentó a un nuevo obstáculo: aún después de obtener su título, no podía ejercer su profesión, ya que así lo dictaba la Constitución en aquel entonces. Este reto la inspiró a perseguir un cambio para que otras mujeres en su misma situación no se enfrentaran al mismo impedimento. 

Antes de graduarse, se fue para Estados Unidos para recibir atención médica y tratarse algunos problemas de salud. Estando ahí, tuvo la oportunidad de participar en diferentes comisiones internacionales de mujeres. 

Estos encuentros dieron pie a una idea que Acuña luego hizo realidad con la creación de la Liga Feminista Costarricense.

"El principal objetivo, entre varios, de la recién creada Liga Feminista Costarricense fue la reivindicación de un derecho que Acuña conoció durante su estadía en Europa: el sufragio político-electoral para la mujer", señala la investigación de El Foro. 

Tras volver de Estados Unidos, se graduó y se convirtió en la primera mujer graduada como abogada y también en la primera jurista centroamericana. 

Se especializó en Estados Unidos nuevamente, donde fungió como la delegada costarricense de la Comisión Interamericana de las Mujeres.

Se casó con Lucas R. Chacón González y tuvo una hija. Siendo ya madre, a los 55 años fundó el periódico Mujer y Hogar, el primer medio de temática feminista en el país.

Sufragio femenino 

El artículo ¿Importa la igualdad de las mujeres en una democracia? Ángela Acuña y el sufragismo en Costa Rica, publicado en 2011 por Montserrat Sagot, señala que el tiempo que Acuña estuvo estudiando fuera del país le permitió familiarizarse con métodos radicales de pensamiento. 

Gracias a ello, fue que la jurista llegó a asumir la causa del voto de las mujeres como uno de los pilares fundamentales de su lucha. 

Expuso su pensamiento en múltiples espacios, tanto así que, después de la Guerra Civil de 1948, se debatió en la Asamblea Nacional Constituyente la instauración de este mecanismo.

Se aprobó el 20 de junio de 1949 con un total de 33 votos afirmativos de los 45 parlamentarios, según el artículo de la revista del Colegio de Abogados. 

Pero ahí no terminó su hazaña.

En 1958, el gobierno de Mario Echandi J. la nombró como embajadora de Costa Rica ante la Organización de Estados Americanos (OEA). 

"En 1972, Ángela Acuña se retiró de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos a los 84 años, a partir de ese momento se dedica a la apacibilidad de la vida privada", detalla Arias. 

A inicios de 1982, se ideó el proceso para su benemeritazgo, respaldado por el mandatario Rodrigo Carazo. De esta manera, el 28 de septiembre siguiente, el Congreso le confirió a Ángela Acuña Braun el título de Benemérita de la Patria.

Un año después, se creó el Premio Nacional Ángela Acuña Braun, destinada a premiar a los profesionales de los campos del periodismo y de la comunicación colectiva que luchen en pro de la igualdad de género. 

Acuña murió el 10 de octubre de 1983 a los 95 años de edad en San Francisco de Goicoechea.

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