Por Juan José Herrera |12 de octubre de 2021, 12:06 PM

La semana anterior se firmó un histórico acuerdo para cobrar un impuesto global a las utilidades de las grandes multinacionales del orbe y distribuir estos beneficios entre los demás países del mundo.

El anuncio, hecho el viernes por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), incluye a todas las potencias del planeta y también a Costa Rica, que forma parte de esa organización.

¿Cómo y qué tanto beneficiará ese acuerdo al país? Aún no está claro, pero para el ministro de Hacienda, la ayuda no será mucha.

El acuerdo firmado trabaja en dos pilares: Uno de ellos es ese impuesto mínimo de 15% para las empresas con ingreso por arriba de los 750 millones de euros anuales ($867 millones).

El otro pilar busca que los ingresos abonados por las grandes empresas lleguen a los países donde obtienen sus ingresos y no donde tienen su sede social, limitando así las controvertidas prácticas de optimización fiscal.

Esta medida se aplicará a las multinacionales cuyos ingresos superen los 20.000 millones de euros (unos $23.000 millones) y cuya rentabilidad sea superior al 10%. Se gravarán así el 25% de ese excedente.

“Hablamos de empresas con un margen de utilidad por encima del 10% y que es a partir de ese excedente que se cobrará un 25%. Supongamos que la empresa tenga una utilidad del 14%, no es que se va a distribuir ni siquiera ese 4%, sino una cuarta parte, o sea un 1%.

“Para un país como Costa Rica, es algo pequeño”, sentenció Elian Villegas.

El jerarca precisó que en el caos del impuesto el primer paso será la creación de una convención multilateral que se apruebe a nivel de OCDE y luego llegar a Costa Rica para ser implementada, pero ese proceso tampoco será expedito pues, como en todo tributo, deberá pasar por el filtro de la Asamblea Legislativa.

“Entonces creo que nos falta, nos falta mucho para eso… También hay que tener claro que nosotros somos un importador de inversión, nosotros no exportamos inversión, entonces ocupamos un régimen que siga siendo atractivo para los demás.

“La discusión será conservar ese atractivo y no perder ese ingreso, que tal vez no sea tan significativo, pero que sí es importante sobre todo tener presente que si hay un impuesto que no cobramos aquí lo va a cobrar alguien en el extranjero, entonces si tenemos la oportunidad de cobrarlo, tenemos que cobrarlo”, finalizó Villegas.

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