Por Juan José Herrera |21 de enero de 2022, 9:01 AM

El Banco Central anunció el retraso hasta mayo de la obligatoriedad de digitar el pin en pagos con tarjeta anunciada para el 1° de febrero próximo.

La decisión, según la entidad, obedece al aumento de casos de COVID-19 en el país y la necesidad que tienen los bancos de explicar el cambio a sus clientes.

“Dado el aumento de contagios por COVID-19 en los últimos días, producto de la variante Ómicron, y para dar más tiempo a las entidades financieras de explicar el cambio a sus clientes y los comercios afiliados, este grupo de entidades decidió iniciar el proceso de transición a partir del próximo 1° de mayo”, dice el comunicado.

La directriz va dirigida a todos los tarjetahabientes del país en transacciones de débito o crédito mayores a ₡30 mil y según el Central, “tiene como propósito brindar una mayor seguridad a los clientes para evitar los fraudes que se presentan ante la pérdida o robo de este instrumento de pago. Por ello, para la implementación del PIN en pagos con tarjetas será necesario que todos los comercios pongan sus datáfonos al alcance de la mano del cliente, tal como lo establece la regulación del BCCR”.

El cambio de fecha llega pocas horas después de que la Asociación Bancaria Costarricense (ABC), que agrupa a la mayoría de bancos del país, levantara la voz por la directriz del Central y adujera que el uso del “pin” era un retroceso en los esfuerzos por reducir el contacto y una amenaza a la población en medio de la nueva ola pandémica.

Además, aseguró que el solicitar esa clave podría traer confusiones entre los usuarios, especialmente aquellos con más de una tarjeta, y que, por lo tanto, podría desincentivar la utilización de tarjetas y empujar a los clientes a métodos con menor trazabilidad como el efectivo o SINPE móvil.

El Central, sin embargo, aseguró que desde la perspectiva sanitaria solo se trata de un cambio.

“Se utiliza la digitación de 4 dígitos en el datáfono para reemplazar la práctica de intercambiar, con el dependiente en el comercio, el documento de identidad y la tarjeta bancaria para identificar al cliente, así como intercambiar el comprobante de pago (voucher) y firmar este documento con un bolígrafo utilizado por incontables otros clientes”, dijo la entidad.

Polémico 

La directriz, que se conoció esta semana, despertó dudas y rechazo entre la población, especialmente por ese regreso a un método con más contacto y por el uso “visible” de la clave de las tarjetas. 

El Central, sin embargo, aseguró hoy que la introducción del pin como validación para transacciones inicialmente solo afectará a un porcentaje muy pequeño de personas y de transacciones, pues en la actualidad los pagos mayores a ₡30 mil representan apenas el 10% de la totalidad de las transacciones de pago con tarjeta. 

La entidad añadió que el empleo del pin en los datáfonos responde a “una buena práctica internacional”, que se irá imponiendo paulatinamente en todos los países del mundo y que está regulada en todos los países de la Comunidad Europea desde 2017. 

“Además, expertos internacionales recomiendan su uso por encima de la firma manuscrita en el voucher. Visa manifestó su opinión favorable ante la Comisión Australiana de la Competencia y del Consumidor e hizo obligatoria su implementación en Nueva Zelanda en el 2014. Por su parte, Mastercard ya ha emitido una norma técnica que obliga su implementación en América Latina y el Caribe a partir del 1° de junio del 2022 y hasta el 1° de enero de 2024 (fecha máxima). Gradualmente, su empleo se extenderá a más y más países”, dijo el Central. 

 El cambio propuesto, además, requiere que los comercios actualicen sus datáfonos para permitir que se digite esa clave. Para esto los comercios tendrán tiempo hasta el 1° de febrero de 2023.