Bajar cargas sociales: la súplica no escuchada del sector comercio
En vísperas de una nueva elección, la Cámara de Comercio vuelve a tocar la puerta de los candidatos a la Presidencia para atacar la informalidad.
Hace cuatro años, la Cámara de Comercio de Costa Rica (CCCR) solicitó a los entonces candidatos a la Presidencia que, en caso de llegar a Zapote, impulsaran una rebaja sustancial en las cargas sociales para asestarle un golpe a la creciente informalidad.
Hoy, en el ocaso del gobierno de Rodrigo Chaves, el sector reconoce que el problema sigue intacto y repite la súplica a quienes aspiran a gobernar al país.
“Hace cuatro años también le dijimos a los candidatos que las cargas sociales en este país son demasiado altas, que hay que tomar medidas porque sabemos que hay una gran cantidad del sector económico del país que no está en la formalidad.
“El problema es que cuando una empresa o una persona quieren ser parte de la formalidad e ingresar y ser asegurados de la Caja se van atrás muchos años, es una gran cantidad de penalidades y eso hace que la gente tenga un gran desincentivo para poder formalizarse... Desde el sector comercial consideramos que es importante que se tomen medidas en este aspecto”, aseguró el presidente de la CCCR, Arturo Robabal.
El dirigente ya presentó una lista de compromisos a los diferentes aspirantes con el afán de que, cuando menos, estos conozcan de esas y otras problemáticas que golpean a uno de los sectores productivos más importantes del país.
“En la medida en que más empresas estén en la formalidad, eso va a ser mejor para toda la sociedad costarricense, porque se aportará más en impuestos y en cargas sociales para fortalecer el sistema nacional de salud”, afirmó.
Consultado sobre por qué históricamente ha sido tan difícil abordar este tema, Rosabal apuntó a la resistencia de las autoridades, particularmente de la CCSS, a aceptar una reducción de las cargas. Según dijo, existe el temor de que menores cuotas impliquen una menor recaudación y afecten el financiamiento del sistema de salud.
“No se está tomando en consideración que hay una parte muy grande del sector económico que hoy no está aportando a la seguridad social. Son recursos que la Caja no está percibiendo, pero como no los percibe, no los incluye con claridad en sus análisis y proyecciones”, explicó.
A su criterio, mejores condiciones para las empresas podrían traducirse, en el mediano plazo, en una mayor base de contribuyentes y, por ende, en más ingresos.
Rosabal añadió, además, que impulsar la formalidad es también combatir el fenómeno actual en los índices de desempleo, que mantienen una caída sostenida a pesar de la reducción constante de la fuerza laboral.


