Por José Fernando Araya |15 de febrero de 2023, 9:33 AM

Una versión más económica, pero apegada al mismo principio: revisar jugadas polémicas mediante el videoarbitraje.

Esta es la idea que cada vez toma más fuerza en el fútbol nacional y que estaría muy cerca de llegar a Costa Rica.

Según un comunicado de la Federación Costarricense de Fútbol (FCRF) para el segundo semestre de este 2023 se espera poder contar con un VAR light, una versión más económica y adaptada para ligas que no tienen el ingreso cercano a los 4 millones de dólares para implementarla.

Pero, ¿en qué consiste este VAR light?

Pues el principio y la aplicación es la misma, es decir, manos en el área, faltas de penal o entradas que merezcan una amonestación más fuerte y los fueras de juego serán igualmente revisadas.

Lo que cambia es el equipo, ya que mientras en los grandes eventos la cantidad de cámaras llega hasta 42, en light puede implementarse con ocho o cuatro cámaras: una con plano completo del campo, dos laterales para el fuera de juego y una en el centro.

La señal se emitiría mediante un software que es más barato, por lo que no necesitaría operadores técnicos certificados por FIFA.

La empresa que lo traería es Vokkero, quien ya negoció con el fútbol de Guatemala.

El armado de este VAR toma unos 45 minutos y en cada estadio brindará el equipo: un servidor, un monitor que recibe la señal en vivo, radios comunicadores para los árbitros y monitores que lo reciban.

Los silbateros no requieren un espacio designado para revisar las jugadas, por lo que no es necesaria una infraestructura especializada, solo se emite la señal a una tablet o computadora donde, donde se consulta cada jugada.

Además, la empresa brinda el servicio de comunicación por radio para que todo el cuarteto arbitral y los encargados de la retransmisión estén conectados y puedan pedir así repeticiones para tomar una decisión.

Según había revelado el jerarca de la FCRF, Rodolfo Villalobos, implementar el VAR tradicional tendría un costo cercano a los $462 mil por cada seis meses, mientras que según lo invertido en Guatemala, el monto sería cercano a los $100 mil anuales.