Alajuelense viaja a la casa de Saprissa con la ventaja en la gran final
Los manudos encontraron en el gol de Carlos Mora un botín que los deja soñar con la 31.
El primer episodio de la gran final del Clausura fue para Alajuelense, que ganó al Saprissa 1-0. Los manudos una vez más fueron más ordenados y contundentes.
Con este marcador la feligresía rojinegra celebró y cantó, ya que ven cerca la copa 31.
Con el pitazo inicial empezó mejor el equipo de Vladimir Quesada. Presión alta, control de balón y una Liga que reculaba.
Pero ese dominio se sentía vacío, nunca se tradujo en peligro real.
Viendo el partido de hace una semana, la cara de Saprissa era otra y sin duda le daba esperanza a la feligresía morada.
El Morera Soto se sentía tenso, pero no preocupado.
Poco a poco los ajustes de Carevic llegaron. La defensa era maleable, se doblaba, pero no se quebraba.
Poco a poco comenzaron los rojinegros a aparecer por las bandas. Y fue a perfil cambiado que apareció Carlos Mora por la banda izquierda.
Se topó a Fidel Escobar, el defensa le hizo sombra y no lo cerró. Disparo, gol y 1-0.
La complementaria empezó teñida de rojo y negro. El cotejo se parecía cada vez más al de hace una semana.
Alajuelense era mejor y conforme la S veía cómo el balón no se quedaba en sus pies, mejor jugaba su rival.
Desde el banco tibaseño hubo cambios, que no trajo más claridad, pero sí más esfuerzo para los de Saprissa.
El ahínco de la S chocaba contra la calma manuda, que aguantaba y atesoraba la ventaja que llevará a Tibás este domingo.
