Por José Fernando Araya |5 de octubre de 2020, 10:40 AM

Cada temporada suele repetirse el ciclo. Un entrenador es despedido por sus malos resultados y de inmediato se nombra un sustituto, tal vez un estratega por todos conocido.

La misión es difícil para la decena de técnicos que buscan abrirse un campo en el fútbol nacional, pues sí vemos en el Apertura 2020 solo dos técnicos nuevos se han incorporado a la Primera División. 

Casos como Alexander Vargas de Guadalupe FC, quien tomó las riendas en lugar de Geiner Segura, son cada vez más difíciles de ver en el fútbol nacional.

La mayoría de equipos opta por los mismos candidatos de siempre y prácticamente, los banquillos de Primera se tornan en un juego de sillas. Un día se está al frente de un equipo y a la semana siguiente está en la acera de frente e incluso dirigiendo en contra.

El renombre, un currículum más atractivo y hasta la parte empática entre club y técnico, son parte de las razones para este fenómeno.

“De que muchachos más jóvenes se abran camino o no, depende de cada quién, pero sobre todo de resultados. También es un tema de que a los técnicos jóvenes se les da algún chance y ellos puedan aprovecharla. 

“Algunos comienzan en ligas menores de equipos no tradicionales o tradicionales y así se van dando a conocer y en algún momento pueden recibir su oportunidad en Primera”, menciona el técnico Javier Delgado, quien ha dirigido al Cartaginés y Alajuelense y viene de ser asistente en San Carlos.

Para el exjugador y técnico Kenneth Paniagua, los dirigentes deberían abrir más espacios a los estrategas jóvenes y dar oportunidad a gente joven, pero esto cuesta mucho.

“Los dirigentes poco apuestan por algo así, los nombres que usted ve en los banquillos nacionales son los mismos porque están vigentes y mantienen su permanencia independientemente que tengan buen rendimiento o no. Porque, ¿cuál técnico comenzó viejo?”, explicó.

Currículum, empatía y presupuesto.

Para la experiencia de ambos estrategas, hay varios aspectos que definen que los clubes se decanten por rostros conocidos.

Muchas veces es la empatía o cercanía que tengan estos estrategas con los equipos, así como el currículum, pues la mayoría quiere resultados inmediatos y no procesos.

“Esto se maneja muchas veces por empatía entre clubes y las personas. Mucho de lo que la institución espera acerca de un técnico son sus logros alcanzados entonces se dejan llevar por el currículum independientemente que no estén pasando un buen momento como técnico o temporada, eso pesa para una institución.

“Además, se dejan guiar mucho por la opinión de la afición, entonces yo creo que ahora con las redes sociales, mucha gente pone ahí a disposición de nombres y todos comienzan a opinar que uno no, que a aquel no por esto o aquello, entonces eso pesa en la elección, pues si van a tener aficionados disconformes, mejor no”, explicó Paniagua.

Según el exjugador florense uno de los aspectos más importantes es el “ambiente camerino” que vaya a tener el nuevo estratega, ya que muchos jugadores suelen estar en disconforme muchas veces con la elección.

“Para que un técnico tenga respaldo tiene que echarse a los jugadores a la bolsa… El jugador es bravo y difícil con el asunto del entrenador.

“Hay jugadores que simplemente no muelan con los técnicos, que simplemente no lo ven apto y pueden enterrar la carrera del entrenador”, añadió.

El presupuesto es uno de los puntos más importantes a la hora de decantarse por un nuevo inquilino en el banquillo. 

“Depende mucho del momento y la necesidad y las personas que tienen a cargo una cúpula del equipo. Todos tienen que tener licencia A y eso es indispensable y todos tienen que cumplirlo, luego se van a otros parámetros, experiencia, carrera deportiva, signos de liderazgo y lo otro; otros es por necesidad, simplemente hay necesidad y tal vez eso ayude a los jóvenes que están empezando, pues sean más baratos que otros”, menciona Delgado.

Lo difícil también es el mercado reducido que existe en el país y además cada vez más salen nuevos estrategas con su licencia A.

“El mercado de nosotros es muy reducido, 12 equipos de Primera División y 18 de segunda y ¿cuántos entrenadores hay con licencia A en el país? Entonces ahí el asunto es que usted como dirigente tiene A, B o C y tal vez el único que acepta o se ajusta al presupuesto es C, entonces contratan a eso”, concluye.

Actualmente la Fedefútbol imparte cursos para licencias de entrenadores para la Liga Femenina, Liga de Ascenso y Linafa para cualquier interesado. Incluso hace pocos días se anunció que todos estos cursos quedarán en pausa durante la pandemia.