Por Natalia Jiménez Segura |8 de marzo de 2023, 8:42 AM

Las estadísticas constatan la compleja realidad que se desprende de la violencia que viven las personas, pero principalmente las mujeres, en Costa Rica. 

Según datos del Observatorio de Violencia de Género Contra las Mujeres y Acceso a la Justicia, un promedio de 106 mujeres solicitan medidas de protección cada día en el país. 

Lo más alarmante, sin embargo, es que cuando esta cifra se compara con las de años anteriores, queda evidencia que la problemática no muestra señales de descenso; entre 2017 y 2021, se solicitaron un total de 247.470 medidas de protección, principalmente en la provincia de San José.

Según el registro del Poder Judicial, la mayoría de los casos de solicitud de protección son interpuestos por mujeres para garantizar su seguridad ante la amenaza de convertirse en víctimas por parte de un hombre, ya sea su pareja sentimental, cónyuge, hermano, padre, tío, abuelo, novio o primo, por mencionar algunos. 

Las cifras también revelan que la mayoría de los agresores corresponden al rango de edad entre los 27 y 35 años, precisamente el mismo en el que se sitúan las edades de gran parte de las víctimas femeninas. 

Sin embargo, eso no quiere decir que solo dentro de esas edades se presentan situaciones de violencia.

Marjorie Moreno, especialista en Psicología Clínica, lleva años atendiendo cientos de casos de mujeres que atraviesan o atravesaron un proceso de este tipo. De hecho, durante una entrevista con Teletica.com, reveló que los casos más impactantes que ha atendido son aquellos donde las víctimas son adultas mayores. 

"El patriarcado y el machismo en las últimas dos décadas ha estado trabajándose mucho y socialmente se ha intentado combatir. Sin embargo, hay casos de mujeres de 60 y 70 años que cuentan que estuvieron toda la vida en un "matrimonio" que en realidad era una situación de violencia psicológica, emocional, verbal y que ahora tienen una vida a la que necesitan empezar a darle sentido porque el tiempo voló y ellas estuvieron inmersas en ese ciclo que "nunca explotó", es decir, nunca llegó la policía, nunca estuvo hospitalizada y eso favoreció a que todo siguiera", explicó.

Por otro lado, señala que también ha atendido a mujeres que afrontan esta dura realidad a una corta edad. 

"Atendí a una muchacha de 19 años que desde los 17 estaba en unión libre con una persona un poco mayor que ella, y que había dependencia económica y mucha violencia, como gritos, insultos, golpes y amenazas". dijo. 

Mujer agredida

Abordaje profesional de casos de violencia

Moreno detalló que hay dos principales maneras de captar los casos donde una mujer está siendo o ha sido víctima de violencia. 

El primero es por medio de los profesionales en medicina.

"Si está activa, lo más común es que la persona consulte por un problema físico: una lesión, un golpe, un morete. Entonces muchas veces los casos les llegan primero a los profesionales de medicina antes que a los de psicología. Ahí se van generando indicios de que la persona está en una situación de violencia y hay que irla motivando para que reciba la atención especializada", comentó. 

En muchas de estas consultas, aseguró la experta, es frecuente que la víctima tenga temor a decir la verdad e indicar la razón detrás de una lesión, por lo que muchas veces aseguran haberse caído o resbalado.

La segunda manera en la que se puede captar un caso de violencia es cuando la mujer decide, por su propia cuenta, hablar sobre su situación y acudir a un especialista. 

"Puede ser que diga que está en una relación que no es sana, que es tóxica o disfuncional y que quiere salir de ahí, o se atienden por causas como depresión, ansiedad, baja autoestima, desmotivación e incluso ideas suicidas", añadió. 

La profesional aseguró que cuando la persona ya expone su situación, lo primero que se debe hacer es plantear un protocolo de respuesta para los escenarios en los que la situación se salga de control y sienta que su vida corre riesgo. 

Una vez hecho eso, ya es prudente poner sobre la mesa la posibilidad de una separación o denuncia. 

"La violencia siempre está, pero hay picos"

Existe una percepción errónea en la sociedad de que la violencia aumenta o disminuye según ciertas variables o periodos de tiempo. Sin embargo, esto no es así.

Los expertos señalan que la violencia siempre permanece y que lo que varía es que hay momentos donde se presentan picos de mayor visibilidad. 

"Por ejemplo, cuando juega la Selección Nacional sí hay registros que las llamadas de ayuda se disparan, entonces lo que hay es un pico, pero la violencia sigue estando ahí. O en la pandemia, con la famosa cuarentena, también se reportó un aumento. Y no es que la violencia deje de ocurrir, lo que hay son incidentes más visibles", dijo Moreno. 

Si usted o algún ser querido atraviesa un marco de violencia de este tipo, recuerde que puede solicitar ayuda a las autoridades llamando al 9-1-1. 

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