Por Mariana Valladares |9 de junio de 2025, 9:55 AM

La octava eliminada de Nace Una Estrella (NUE) fue Jessica López, cantante de 34 años, oriunda de San Sebastián, quien, con cinco audiciones a lo largo de los años, demostró que la perseverancia también brilla en el escenario. 

Su salida del programa este domingo marcó el cierre de un ciclo lleno de esfuerzo, aprendizaje y crecimiento personal, según comentó la misma López. 

La intérprete ya había estado en zona de riesgo en dos ocasiones anteriores, y ambas veces logró superarla. La primera fue en la tercera gala, donde el voto del público la llevó a enfrentarse contra Albin Fernández. En esa ocasión, fue Albin quien se despidió del programa. 

La segunda vez ocurrió en la sétima gala, cuando la combinación del voto del público y la calificación del jurado la colocó nuevamente en peligro, esta vez junto a José Martin Rodríguez, quien resultó eliminado. Sin embargo, en su tercera visita a la zona de riesgo, ni la suerte, ni los votos del público, ni la valoración del jurado estuvieron a su favor.

​Aun así, Jessica se despidió con la frente en alto y con gratitud.

“Muchísimas gracias a ustedes, a Teletica. Como les dije anteriormente, ha sido de verdad de mucho provecho estar en el programa, aprendí muchísimo y de verdad me voy feliz de haber estado acá, de ser parte de Teletica, de poder compartir con muchísimas personas. El trabajo que se ha sacado es muy grande y el cariño que recibí de todos fue demasiado lindo y me voy con eso de verdad”, indicó. 

Dedicada 100% a la música, Jessica no dejó pasar la oportunidad para visibilizar lo difícil que es abrirse paso en el medio artístico en Costa Rica. 

“Bueno, en Costa Rica vivir de la música es difícil, siempre es un constante luchar, ¿verdad? Pero de verdad que bueno, el hecho de estar acá en el programa lo hace a uno ese empuje, ¿verdad?, a la carrera, de ser conocido, de que la gente lo conozca a uno y bueno, a seguir adelante”.

Aunque la competencia terminó para ella, su camino artístico apenas se transforma. Su próximo reto, según afirmó, será componer y lanzar su propia música. 

Sobre el impacto emocional que tuvo enfrentarse al escenario cada semana, López fue muy honesta al describir la presión que sintió desde el inicio. Cada gala fue, para ella, una oportunidad de evolución. Aprendió, exploró nuevos géneros y se permitió salir de su zona de confort. 

Además, aprovechó su despedida para responder a quienes han cuestionado su carácter.

“He recibido comentarios de que soy orgullosa, prepotente, un poco humilde, pero para nada. Soy una persona, un ser humano, de verdad que tiene un gran corazón, un ser humano en el cual he aprendido de los riesgos y las adversidades que la vida me ha puesto. 

"Por algo soy la persona que soy, porque sé lo que soy como persona, que soy una persona humilde, que creo a mis compañeros y que en cada gala nos dábamos ese apoyo y esa motivación para salir al escenario”, acotó. 

Finalmente, Jessica cerró con unas palabras profundamente emotivas hacia sus padres, a quienes considera su mayor motor.

“Bueno, a mis papás, ellos han sido mis 'fans' número uno, desde la primera vez han creído en mí y han luchado para desde chiquitita ponerme en clases de canto y todo, entonces a ellos la gloria. De hecho, se me queda la voz porque con ellos yo tengo una conexión tan grande y tan fuerte, que bueno, esa gala memorable nunca se me va a olvidar cuando mi papá salió del escenario y me abrazó, entonces de verdad todavía hablar de eso me cala, me cala”.

Jessica se va de NUE con el respeto de sus compañeros y una nueva meta entre ceja y ceja: hacer su propia música y seguir adelante con su carrera artística.

Todavía quedan nueve estrellas brillando. Recuerde que esta semana hay eliminación en la categoría infantil. Vote por su artista favorito.

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