Por Adrián Fallas 12 de julio de 2014, 9:56 AM

Cuando Brasil derrotó a Croacia en el primer partido de la Copa del Mundo todo indicaba que era el inicio de un sueño.

Tras el partido para definir el tercer lugar y que Brasil perdió 0-3 ante una Holanda claramente superior, los locales se hundieron en la máxima pesadilla de su historia futbolística.

El tercer gol de Holanda fue obra de Wijnaldum al final del segundo tiempo. Este fue recibido con silbidos hacia la Canarinha de parte de su afición. Lo mismo sucedió 45 minutos antes.

Los abucheos la final de la primera parte eran merecidos.

Los locales se habían visto avasallados por los europeos y el marcador negativo de 0-2 era un fiel reflejo de lo que se veía en el césped del Estadio Nacional de Brasilia.

La pesadilla, que inició en semifinales y se extendía a este cotejo, tuvo como primer villano a Thiago Silva.

El defensa derribó a Robben para el penal que convertía Robin Van Persie.

Con ese gol a favor Holanda se consolidó en la cancha y Daley Blind puso el segundo gol en el marcador al 17’.

El defensa recogió un rechazo de David Luiz y con alma de crack dominó con un pie y envió el balón al fondo de las piolas.

Tras el descanso los brasileños salieron a buscar el empate o por lo menos el gol de la honra.

El empeño en vulnerar la defensa europea les permitió dominar el balón, pero sin llevar peligro al marco de Cillesen.

Holanda por su parte pudo mantener su valla intacta y cerrar el Mundial con una victoria.

Brasil cerró su participación al otro lado de arrancó. Lo que inició en la cima, terminó siendo una pesadilla.

Las estadísticas del juego en este enlace.