Por José Miguel Cruz |7 de diciembre de 2022, 11:14 AM

Hace siete años, Cornelio Fernando Cordero, vecino de Alajuelita, se entusiasmó por aprender el oficio de relojero. Su pasión fue más allá: también creó con sus manos máquinas especiales para reparar relojes; pero, además, abrió su propio local en el centro de San José.

A los 77 años, se convirtió en el relojero oficial de algunos funcionarios del Poder Judicial. Su local se ubica entre Avenida Segunda y Avenida 4, Calle 11.

Sus amigos y clientes lo conocen como “Tío Cornelio”, un hombre que bien podría escribir un libro sobre su historia de vida. Hace 48 años, le dijo adiós al alcohol, hace 47 dejó de fumar 60 cigarrillos diarios y hace 50 se despidió de otras sustancias químicas.

Nació en Aserrí; pese a su deseo de querer estudiar, solo pudo asistir 15 días a segundo grado, de adolescente viajó a Estados Unidos, donde aprendió el oficio de técnico en electrónica, de ahí su facilidad para reparar y crear cualquier máquina.

Por muchos años, Cordero fue comerciante, lideró una fábrica de refrescos con máquinas creadas por él. Quien conoce a "Tío Cornelio" se da cuenta del gran ser humano que es, un hombre con el don palabra: su experiencia lo hace un maestro de vida.

Si tiene un reloj en mal estado, lo puede contactar al teléfono 2222-6436.