Maestra Patry Valverde: una vida de sacrificios y esperanza en la montaña
Desde pequeña, ella soñaba con ser profesora, inspirada por una docente que le mostró amor y apoyo en su niñez.
Detrás de la cálida sonrisa y la mirada tierna de Patry Valverde, hay una historia de sacrificios y decisiones valientes.
Valverde cambió la comodidad de la ciudad por la vida en un pequeño pueblo en la montaña, donde dedica sus días a la educación en una escuela unidocente, desafiando obstáculos y superando barreras.
Una infancia difícil que forjó su determinación
Ella creció en una familia numerosa, con siete hermanos. Desde pequeña, soñaba con ser profesora, inspirada por una docente que le mostró amor y apoyo en su niñez. Sin embargo, su padre, de mentalidad machista, no le permitió asistir al colegio en su juventud (repase la historia completa en el video adjunto).
Fue hasta los 17 años que pudo ingresar a una telesecundaria, mientras trabajaba recolectando café, arrancando frijoles y maíz, y limpiando casas en el centro de Pérez Zeledón.
Con esfuerzo y perseverancia, logró completar su carrera universitaria, desempeñándose como maestra interina en escuelas y colegios de la región.
El cambio radical: una vida en la montaña
La gran noticia llegó cuando obtuvo una plaza fija como docente, pero su alegría inicial se transformó en incertidumbre al llegar a su nuevo destino: Hierva de Pavón, un diminuto pueblo rodeado de montañas y sin las comodidades básicas. Al no tener dónde quedarse, una vecina le abrió las puertas de su hogar, donde ha vivido durante los últimos 11 años.
Ser maestra en una escuela unidocente la convirtió en una educadora 4x4, capaz de dividir su tiempo y atención entre estudiantes de distintos niveles en un mismo salón. Valverde organiza a los niños según sus grados y capacidades, adaptando la enseñanza a las necesidades individuales de cada uno.
Retos personales: la maternidad en soledad
Además de su labor educativa, Patry enfrentó un desafío aún mayor: la maternidad. Como madre soltera en un entorno tan aislado, ha sabido equilibrar sus responsabilidades personales y profesionales.
Aunque al principio no sabía conducir, encontró la forma de llegar a su escuela en moto, a caballo o caminando, demostrando una capacidad de adaptación admirable.