Por Juan Carlos Zumbado |11 de marzo de 2024, 18:55 PM

Andrés González nació en Buenos Aires, Puntarenas, justo en las montañas del territorio Boruca. Cuando tenía 14 años, tuvo la oportunidad de irse a vivir a San José para estudiar; pero, para lograrlo, tuvo que caminar más de siete horas para llegar donde lo recogería una avioneta.
 
Soñaba con ser ingeniero, pero la vida lo llevaría por otro camino. Estando en la capital, aprendió sobre ebanistería, sin saber que se convertiría en el amor de su vida.
 
Aunque vivía en la metrópoli, siempre deseaba regresar a su pueblo, aunque supiera que no había mucho futuro en la zona. Eran épocas distintas a las de hoy día, por eso duró 30 años sin visitar la comunidad.
 
El tiempo pasó y, después de 50 años de vida, decidió aventurarse en un nuevo reto, vivir en Estados Unidos, y así fue. Permaneció allá más de una década y logró aprender inglés y aumentar su visión del mundo, siempre cargando con orgullo su etnia.
 
Ahora, con más de nueve décadas de vida, volvió a trabajar la tierra de sus raíces: la región Boruca. Él es una prueba de que nunca es tarde para alcanzar lo que deseamos.

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