2 de octubre de 2018, 11:34 AM

La labor de don Jorge es de esas que ya no se observan. Resulta que él tiene una de las casas más típicas y coloridas en Curridabat, con mucho patio detrás, donde tiene sembrado infinidad de cosas.

Todas esas las regala a sus vecinos.

Lo más sorprendente es su edad, a sus 88 años todos los días va a cortar zacate, chapear, desramar y hacer cuanta cosa necesite el campo.