8 de marzo de 2018, 12:44 PM

Anita tiene 28 años y recorre pueblos como Santa Ana, Esparza, San Carlos, San Ramón, entre otros, para vender sus deliciosos prestiños. 

Siempre los vende a pie y con lo que gana logra darle una mejor vida por sí sola a su hijo de cinco años. Vive en Ciruelas de Alajuela y se levanta todos los días a las 2 a.m. para cocinar junto a la mamá el delicioso postre costarricense.