Por Luanna Orjuela Murcia |18 de septiembre de 2021, 8:00 AM

Las glándulas perianales son dos pequeños bultos que tiene nuestro perro a cada lado del ano. Estos almacenan un líquido que les facilita la deposición. Además, este líquido, que es de color café, tiene muy mal olor y es como la "carta de presentación" del perro.

Por eso, los perritos se huelen el uno al otro, porque a través de este líquido se puede saber el sexo, edad, temperamento y mucho más.

Según Mercè Garcia, de Experto Animal, aunque por lo general los perros vacían solos las glándulas anales, puede suceder que tengan dificultades como la edad, el embarazo u otras circunstancias.

"Si decides no hacer nada al respecto y tu perro sufre el no poder vaciar sus glándulas, puede llegar a derivar en un problema de salud como puede ser infección, inflamación, molestias, mal olor, absceso, quistes, adenoma y adenocarcinoma", explicó Garcia.

¿Qué se debe hacer?

Hay dos opciones: llevar al animal al veterinario para que este le realice la evacuación del líquido, o bien, que este profesional nos enseñe y hacerlo nosotros en casa.

"Si prefiere llevar a cabo esta tarea en casa, se recomienda que se sitúe en una terraza (o patio) y que enfunde sus manos en un par de guantes. Primero hay que identificar las glándulas (a los lados del ano) y luego deberá poner una gasa en el ano para que la secreción (que en ocasiones puede salir con fuerza) no impacte en la cara o en la ropa. Masajea el culo del perro, haciendo una suave presión hasta encontrar las glándulas y, una vez las tenga identificadas, aumenta la presión para que el líquido salga por el ano. ¡Y ya está!", finalizó la experta.

La frecuencia del vaciado de las glándulas varía, pero por lo general se puede hacer una vez al mes.

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