¿Qué pasa en los oídos de los animales cuando escuchan fuegos artificiales?
Conozca aquí cómo proteger a su mascota ante estos ruidos tan comunes por las fiestas.
Los estallidos de pólvora y fuegos artificiales, comunes en celebraciones de fin de año, no solo alteran la tranquilidad de las comunidades: también representan una agresión directa al sistema auditivo y nervioso de perros, gatos y otras especies.
La ciencia ha demostrado que estos sonidos, por su intensidad, frecuencia y carácter impredecible, pueden generar desde estrés agudo hasta daños físicos y secuelas emocionales en los animales.
Especialistas en comportamiento animal explican que los perros perciben sonidos hasta cuatro veces más intensos que los humanos. Estudios de la Universidad de Toledo señalan que el rango auditivo de los perros puede alcanzar frecuencias de hasta 45.000 Hz, muy por encima del límite humano de 20.000 Hz. Esto significa que, ante una explosión de pólvora, el estímulo sonoro es amplificado de forma dramática en su oído interno.
Del oído al cerebro: una reacción en cadena
El problema no se limita al oído. Investigaciones publicadas en Journal of Veterinary Behavior y Applied Animal Behaviour Science indican que los ruidos impulsivos, como los fuegos artificiales, activan una respuesta de miedo intenso en el cerebro, particularmente en la amígdala, asociada a la supervivencia. Esta reacción desencadena la liberación de cortisol y adrenalina, hormonas del estrés que pueden provocar temblores, jadeos, taquicardia, intentos de huida e incluso conductas autolesivas.
La Asociación Americana de Medicina Veterinaria (AVMA) ha advertido que la exposición repetida a ruidos fuertes puede derivar en fobias sonoras crónicas. En casos extremos, también se ha documentado daño auditivo temporal o permanente, especialmente en animales que se encuentran cerca de la fuente del sonido.
Estrés y trauma a largo plazo
Organizaciones como la RSPCA y la Humane Society International coinciden en que la pólvora no solo afecta a mascotas domésticas, sino también a fauna silvestre y animales de producción. Aves, por ejemplo, pueden desorientarse por las vibraciones y abandonar nidos, mientras que animales de granja muestran alteraciones en su comportamiento y niveles de producción tras eventos con pirotecnia intensa.
“En cada celebración es importante recordar que el bienestar animal también forma parte de la salud de todos. Los fuegos artificiales pueden desencadenar altos niveles de estrés en las mascotas, y la mejor forma de cuidarlas es anticiparse”, afirmó la veterinaria Audrey Kauffmann.
Cómo proteger a las mascotas durante celebraciones
Ante este panorama, especialistas y empresas de salud animal recomiendan medidas preventivas para reducir el impacto del ruido:
- Preparar un espacio seguro dentro del hogar, libre de objetos peligrosos, con cortinas cerradas y música suave o ruido blanco.
- Cerrar puertas y ventanas para atenuar el sonido y evitar fugas por pánico.
- No dejar solas a las mascotas, ya que la presencia de sus tutores transmite seguridad.
- Mantener la calma, hablando con suavidad y evitando castigos.
- Consultar con un médico veterinario en casos de ansiedad severa, para valorar terapias conductuales o farmacológicas seguras.
- Optar por celebraciones silenciosas, con fuegos artificiales sin sonido o alternativas lumínicas.
“Cada mascota reacciona de forma distinta, pero todas necesitan sentirse seguras. Con pequeñas acciones preventivas podemos evitar el estrés y disfrutar de las fiestas sin comprometer su bienestar”, concluyó Kauffmann.


