¿Qué es la leptospirosis y cómo puede afectar a sus mascotas?
El pronóstico dependerá de la rapidez del diagnóstico y la capacidad del animal para enfrentar la enfermedad, ya que puede ser mortal. También afecta a seres humanos.
La leptospirosis es una enfermedad bacteriana que puede afectar tanto a animales como a seres humanos, y en algunos casos puede ser mortal.
Teletica.com conversó con dos veterinarios de la Universidad Nacional (UNA), quienes advierten sobre su propagación, los síntomas más comunes y las medidas de prevención que se deben tomar para proteger a las mascotas y evitar riesgos en la salud pública.
“Es una enfermedad bacteriana zoonótica que puede afectar a nuestras mascotas y también al ser humano. Está causada por bacterias del género Leptospira y existen varias variedades, algunas con sintomatología más severa que otras", explicó el doctor Wilson Bonilla, del Hospital de Especies Menores y Silvestres de la UNA.
La transmisión ocurre principalmente por contacto con agua o alimentos contaminados con orina de animales infectados.
“Los roedores tienen una gran relevancia como portadores y diseminadores de esta bacteria. Si un roedor contamina un charco o pozo con su orina, y después un perro se moja con esa agua o la ingiere, puede ocurrir una infección”, indicó Bonilla.
Sin embargo, no todos los animales infectados desarrollan síntomas. Según el especialista, eso va a depender del tipo de bacteria y del propio organismo del animal, de cómo responda y se defienda ante la enfermedad. Mientras algunos perros pueden ser portadores sin mostrar síntomas, otros pueden enfermarse gravemente e incluso morir.
Entre los signos clínicos más frecuentes en perros se encuentran vómitos, diarrea con sangre, fiebre, decaimiento, inapetencia y, en casos más graves, ictericia (coloración amarilla de la piel), producto del daño hepático.
“También pueden presentar orina de color oscuro, estar deshidratados y letárgicos. Estos animales necesitan atención veterinaria urgente”, advirtió.
Bonilla recalcó que esta sintomatología puede parecerse a otras enfermedades, por lo que la historia clínica es clave.
"Si un animal se presenta con esos síntomas y ha estado expuesto a roedores, debemos sospechar de leptospirosis”, subrayó.
La enfermedad también representa un riesgo para los humanos. Si se diagnostica un caso, se debe informar a la familia para que estén atentos a síntomas y, si es necesario, consulten con un médico.
En Costa Rica, existen dos métodos principales de diagnóstico: uno es realizado por el Servicio Nacional de Salud Animal (Senasa) a través de análisis de sangre, y otro es la prueba de PCR ofrecida por laboratorios privados, que permite una detección más específica del agente infeccioso.
El tratamiento es posible, pero su efectividad depende de qué tan pronto se realice el diagnóstico y de la respuesta del organismo. “Así será el pronóstico del animal”, apuntó Bonilla.
Comida contaminada y cepas locales distintas a las de la vacuna
El doctor Mauricio Jiménez, también de la UNA, enfatizó que muchos casos, tanto en mascotas como en personas, se originan por alimentos contaminados con orina de roedores.
“A veces, la comida de las mascotas no queda bien guardada, o hay una alta cantidad de roedores en el lugar. Si uno de esos está contaminado, puede infectar los alimentos”, explicó.
Jiménez también alertó sobre el riesgo al llevar mascotas a pasear a lugares naturales.
“Es mejor darles agua que nosotros llevamos. Si un roedor orinó en un riachuelo y después la mascota bebe de ahí, puede contagiarse. Incluso, las personas que hacen senderismo han enfermado por esta vía”.
Además, el especialista recordó que las vacunas disponibles pueden no proteger completamente contra las cepas que circulan en el país.
“En Costa Rica, no necesariamente las cepas que están en las vacunas son las que tenemos. Por eso, la investigación es tan relevante”, dijo. “En el pasado se incluían cepas que no ofrecían protección adecuada. Hoy se procura incorporar más variedades para ampliar la cobertura”, añadió.
Ante cualquier sospecha de la enfermedad, Jiménez recomienda realizar pruebas diagnósticas específicas como la PCR, que es altamente confiable.
Prevención y responsabilidad
Ambos veterinarios coinciden en que la prevención es la mejor herramienta. Recomiendan evitar el contacto con roedores, eliminar encharcamientos en patios o casas, mantener una buena higiene, y aplicar las vacunas disponibles a las mascotas.
Aunque no cubran todas las cepas, “aumentan la probabilidad de que, si el animal se expone a alguna leptospira, tenga herramientas para defenderse y salir adelante”, afirmó Bonilla.
La leptospirosis no siempre es mortal, pero puede serlo. Por ello, veterinarios insisten en la importancia de actuar a tiempo, diagnosticar correctamente y tomar medidas para reducir los riesgos, tanto para los animales como para las personas.