Por Luanna Orjuela Murcia |17 de septiembre de 2022, 8:00 AM

En Costa Rica y muchos otros países del mundo se ha tenido la errónea percepción del perro como un animal que se limita a ser un elemento de alarma ante desconocidos. Por eso, lamentablemente, en muchas propiedades y fincas se les amarra de por vida a una cuerda o cadena.

Para David Peiró, etólogo y director de Fogaus Bienestar Animal, esta práctica tiene raíces culturales y, como consecuencia, es más difícil revertirla.

Lo que los dueños desconocen es que esta situación produce en los canes un Comportamiento de Reacción Anormal (CRA), que en muchas ocasiones acaba en depresión y muerte del animal.

A continuación, el especialista detalla las consecuencias que sufren los perros amarrados.

Estas son las consecuencias psicológicas en un perro al mantenerlo amarrado
Los perros necesitan oler, saborear, probar e interactuar con otros animales.

Frustración: “Querer alcanzar aquello que necesitan y no pueden, los frustra. Toda una existencia así, viendo pasar delante de ellos aquello que necesitan y desean, y nunca poder alcanzarlo. Las consecuencias son una incapacidad de desarrollar una vida normal, sufrimiento y ansiedad”, explicó el experto.

Estereotipias o comportamientos compulsivos: es común en animales que se encuentran en situación de cautiverio que, ante la imposibilidad de llevar a cabo conductas normales, estas sean sustituidas por otras anormales, como conductas compulsivas.

Estas conductas repetitivas son autodestructivas, en muchas ocasiones, por la falta de estímulos en el ambiente. Los perros amarrados no tienen ninguna actividad, por lo que han de buscar conductas que satisfagan (aunque no lo consigan) la inexistencia de su mundo sensorial en su vida diaria. Comportamientos como perseguirse la cola, girar continuamente, dibujar ochos caminando, lamerse incesantemente algunas partes del cuerpo hasta la automutilación, son comportamientos normales en perros amarrados, pues no pueden hacer otra cosa.

Estas son las consecuencias psicológicas en un perro al mantenerlo amarrado
El amarrar a un can desde cachorro supone perderse un período de aprendizaje fundamental en su vida.

Agresividad: uno de los factores más importantes que el propietario pretende de su perro, al amarrarlo, puede ser la agresividad.

“Efectivamente, por lo general nos vamos a encontrar con muchos perros que van a manifestar agresividad ante la cercanía de extraños y, por ende, ladrarán. Pero ¿este tipo de agresividad hace que realmente el perro defienda su casa o terreno? El territorio que defenderá el perro es aquel en el que se encuentre, habitualmente, aquel donde el perro pueda obtener refugio, recursos, pero sobre todo aquel en el que vivan sus compañeros de 'manada' (los propietarios). Entenderán entonces que lo que el perro defiende no es la propiedad del dueño, sino su minúsculo espacio al que los dueños de este le han confinado”, agregó Peiró.

Estas son las consecuencias psicológicas en un perro al mantenerlo amarrado
Los perros amarrados no tienen ninguna actividad.

Miedo: por falta de socialización con los estímulos ambientales normales durante su desarrollo, los perros amarrados de por vida no han socializado con nada más que con la correa que les mantiene presos y no han experimentado las circunstancias normales de la vida. Por ello, tendrán miedo y esto implica un gran sufrimiento para el animal.

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