Por Adrián Fallas |3 de octubre de 2015, 15:18 PM

Durante la primera parte del choque entre Uruguay de Coronado y Alajuelense las luces del Labrador se apagaron. Cuando el fluido eléctrico regresó a las torres, ya los lecheros se habían encargado de apagar el invicto erizo.

Los dirigidos por el argentino Cardetti empezaron a construir la victoria en el primer minuto de juego, que finalizó 2-0.

El primer gol del partido fue obra de Rafael Rodríguez, el capitán que minutos antes recibía un recuerdo de la Junta Directiva por acumular 100 choques vistiendo la camiseta aurinegra.

Al 19’ Walter Silva anotaba el segundo gol para los locales.

Esos primeros 20 minutos fueron fatales para Alajuelense. La presión, el buen toque y la pericia para definir fueron las claves del arranque soñado de Uruguay.

Minutos después fallaba la luz. Cuando regresó la claridad, los manudos se vieron mejor, pero el daño estaba hecho.

En la segunda parte el dominio del balón sirvió para poco, ya que los rojinegros no encontraban profundidad y una y otra vez se quedaban sin respuestas ante el cerrojo uruguayo.

Al final del encuentro Alajuelense empujaba –y empujaba– pero Uruguay no se quebró y dejó a los manudos sin su invicto.