Óscar Ramírez vivió un torneo en constante disputa con los árbitros

Este no fue un torneo fácil de digerir para el técnico alajuelense Óscar Ramírez, a quien –según dice– los árbitros le perjudicaron desde enero hasta mayo.

Los conflictos entre él y la Comisión de Arbitraje se remontan al primer mes del año, cuando se quejó del trabajo de Jeffrey Solís tras un juego ante Uruguay de Coronado.

“Hay circunstancias que no nos están gustando, creo que ya tenemos que dejar de estar condicionando a los árbitros y que estos hagan su trabajo”, señaló meses atrás. 

De hecho, luego de este episodio, la dirigencia manuda envió una carta pidiendo que Solís no fuese más el silbatero en sus partidos. Esta solicitud fue acatada.

Pero aquí apenas comenzaba todo. El experimentado Walter Quesada también está en la lista negra de Óscar, quien habló de su labor luego de un partido contra Carmelita en abril. "Lo de los árbitros es una constante, son mucho los errores, no sé si será por algo personal", dijo en aquel momento.

Aunque este discurso no fue solo del Machillo, pues Jeaustin Campos y otros también se apuntaron a las críticas, el rojinegro siempre lo hizo de la manera más directa.

Esto se vio reflejado el sábado en la final, cuando le dijo a Randall Poveda que le habían “robado” en todo el campeonato.  

El estratega, incluso, fue expulsado y no pudo ver la tanda de penales en la que los liguistas cayeron a manos de Leonel Moreira y el Herediano.

“Cómo se le ocurre a este señor (Poveda), pitar faltas que él quiso y nos metió en nuestra área. Lo único que le dije es que en todo el torneo nos han robado”, reclamó Ramírez, uno de los entrenadores más ganadores de nuestro fútbol.