Fútbol de Asia puede convertirse en toda una ‘aventura’ en idioma y cultura
Problemas a la hora de comunicarse y distintas formas de comportarse destacan entre los retos que sortean los legionarios en estas ligas
¿Se ha preguntado cómo y qué pediría usted para su almuerzo en países como Bangladesh y la India?
¿Cómo preguntarle a un buen samaritano que te ayude a comprar un tiquete para el metro o el autobús cuando la maquina está en mandarín o coreano?
Todas estas situaciones las vive un legionario costarricense cuando dice “sí” a un contrato en las principales ligas asiáticas.
El idioma, la barrera cultural y las condiciones de cada ciudad, son retos a que los futbolistas deben sortear para sobrevivir en Asia.
Eso sí, mucho depende del país en que se viva y las condiciones, pues la mayoría de clubes suelen ponerle un traductor a cada extranjero.
A esto se llama proceso de adaptación y es una materia que va más allá del rectángulo de juego.
“Por ejemplo, al japonés no le gusta hablar inglés por más que sepan y eso cuesta a nivel de adaptación. Además, está el aspecto de la personalidad. Ellos todo se lo guardan, no expresan molestia o alegría, uno por naturaleza es más directo en expresar lo que sentimos, ahí fue difícil con el preparador de porteros”, indica Danny Carvajal, quien actualmente milita en el fútbol de Japón con el Mito HollyHock.
Carvajal asegura que la diferencia de idioma se hace más evidente desde la portería.
“Los japoneses son más conservadores con su carácter y su trato. Entonces esto se dificulta pues no se le puede gritar a los defensores, es muy difícil”, afirma el jugador.
Pero no fue la única limitación que tuvo el portero, pues no saber los tres sistemas de escritura japonesa como el kanji, hiragana y katakana lo marginaron de un partido.
“En uno de mis primeros partidos con el club no lo jugué por un quiz que me hicieron y no sabía las palabras y por eso no pude jugar. Pero tenían razón, imagine como le iba a hablar a los defensores para que se corrieran en una barrera o que iba por una pelota dividida”, añade.
Carvajal relata que la adaptación en Japón va más allá de lo futbolístico pues si los vecinos se quejan de que sacaste la basura mal, el reclamo llega hasta el club lo que provocaría una sanción.
No a todos les va bien…
Pero casos como los de Carvajal o Ariel Rodríguez, son futbolistas que tuvieron éxito y se quedaron varias temporadas por sus países.
Sin embargo, el fútbol costarricense registra efímeros pasos popr Asia donde simplemente no se lograron adaptar o bien salieron del país por otros problemas.
Uno de ellos fue Cristhiam Lagos, quien en el 2014 y en apenas su segundo partido con el Churchill Brothers de la India sufrió una infección bacteriana en su estómago lo que limitó su participación.
Lagos apenas estuvo tres meses en suelo indio y dejó el equipo casi que, sin avisar aduciendo motivos personales y su falta de adaptación a la cultura de ese país.
El jugador también adujo atrasos salariales que lo obligaron a abandonar el club, aunque el propio jugador aseguró que le costó recuperarse de la infección tras comer un pescado y que incluso lo mantuvo internado un par de días.
Otro de los jugadores que tuvieron un frustrado paso fueron José Mena, José Luis Cordero y Ariel Santana quienes estuvieron solo seis meses en Tailandia.
Mena sufrió una lesión que lo dejó al margen varios partidos, mientras que Cordero contó al diario La Nación en 2016 que vivió uno de sus peores momentos al ser encañonado por cuatro hombres que lo abordaron en su cochera.
Ariel Santana por su parte sufrió problemas de dengue en su paso por este país.
Simplemente el choque cultural, sea por comidas, religión o tradiciones hacen que las condiciones en Asia sean complicadas según el país al que el costarricense vaya.
No obstante, todo al final se resume en rendimiento y actitud tal y como lo explica Johnny Woodly quien vivió seis años militando en el fútbol de China.
“Los asiáticos son muy disciplinados, pero para quedarse uno tiene que entender que es solo por rendimiento. El extranjero que llegue tiene que entender que tiene que rendir, pues muchas veces son contratos de seis meses donde hay que mostrar su valor”, concluye.
Repase un mapa interactivo con el destino de los ticos en Asia: