Tribunal absuelve, penalmente, a exfederativos acusados de difamación
Los jueces sí los condenaron, en lo civil, a pagar tres millones de colones cada uno.
Los exfederativos, Adrián Gutiérrez y Juan Carlos Román, fueron absueltos de forma unánime del delito de difamación por el que fueron querellados por los seleccionados Bryan Ruiz, Celso Borges y Keylor Navas.
Sin embargo, el tribunal sí los condenó civilmente al pago de tres millones de colones cada uno.
Al mismo tiempo, los jueces ordenaron testimoniar piezas contra Eduardo Li, pues consideran que él no dijo la verdad bajo juramento, pues no era cierto que el contrato de Jorge Luis Pinto tuviese una cláusula que permitiera despedir al técnico en caso de perder tres juegos seguidos.
El por tanto de la sentencia fue anunciado este viernes en el I Circuito Judicial de San José.
El caso
Los jueces aclararon que lo discutido por el Tribunal fue si Adrián Gutiérrez y Juan Carlos Román, haciendo suyas las palabras de Eduarlo Li Sánchez, le atribuyeron falsamente a Bryan Ruiz, Celso Borges y Keylor Navas la amenaza de perder partidos como elemento para que no se renovara al técnico Jorge Luis Pinto.
"Los querellados no se han retractado por lo dicho, sino que la defensa ha sido alegar la prueba de la verdad, pero no es demostrar que ellos escucharon de Eduardo Li lo que los jugadores dijeron, la prueba de la verdad se debe dirigir a si la reunión que se dio en el Proyecto Gol los jugadores amenazaron realmente con perder deliberadamente partidos, situación que fue descartada", comentó el juez, Raymond Porter.
Agrega que las pruebas ventiladas durante el debate demuestran que los capitanes de La Sele en ningún momento realizaron dicha amenaza para propiciar la destitución de Pinto.
"Este tribunal llega a la conclusión de que esa declaración nunca se dijo. De la prueba de cargo hay cinco testigos que coinciden en los elementos que importan, que había disconformidad de los jugadores con la gestión, convivencia de grupo y el entrenador Jorge Luis Pinto", señaló.
Añade que el Tribunal no deliberó sobre si esta disconformidad era justificada o no, ya que lo consideraron irrelevante para la investigación.